Por acoso laboral, un alcalde deberá pagarle 15.000 euros a trabajadora

Fueron años de humillaciones y malos tratos a los que está trabajadora del Ayuntamiento tuvo que pasar para ser reconocida.

Por:

Julia Castro

En España, el acoso laboral o mobbing, está establecido en el Código Penal español, lo que lo cataloga dentro de los delitos de torturas y contra la integridad moral, y lo establece de la siguiente manera: “dentro de los delitos de torturas y contra la integridad moral, se incrimina la conducta de acoso laboral, entendiendo por tal el hostigamiento psicológico u hostil en el marco de cualquier actividad laboral o funcionarial que humille al que lo sufre, imponiendo situaciones de grave ofensa a la dignidad”.

En este sentido, para esta trabajadora técnica de Desarrollo Local de Braojos de la Sierra, fueron años de faltas de respeto, humillación y descrédito ante sus compañeros, o incluso castigos como poner su mesa de trabajo mirando hacia la pared o desconectarle de la red para que no pudiera seguir cumpliendo sus labores habituales, esto era parte de lo que cada día sufría por parte de su jefe, el alcalde Ricardo José Moreno Picas del PP.

¿Cómo se ha involucrado la justicia en favor de la trabajadora?

Ante la justicia, por parte del juzgado de lo Social número 16 en Madrid, recogido en la sentencia 211/2024, se da por indemnizada a la trabajadora con 15,000 euros para resarcir el daño causado solidariamente por parte del Ayuntamiento de Braojos y su regidor, los dos condenados.

Cabe mencionar que a la trabajadora, aún le cuesta hablar sobre lo sucedido en 2019, sin embargo ha recalcado que “es importante porque aquí queda reconocido todo por lo que he pasado. Cuando me enviaba esos correos el alcalde, yo sentía miedo, que no valía para nada. Es una situación que te lleva al límite, y él siempre te machacaba más”.

Ella se refiere a los correos electrónicos que intercambiaba con el alcalde, Moreno Picas, en su labor del día a día. Aportados decenas de ellos en la denuncia, la jueza que emite la sentencia, a la que ha tenido acceso este medio, confirma que “desde 2019, el alcalde se dirige a la actora en sus comunicaciones escritas de modo autoritario y despótico, realizando la corrección de sus cometidos e indicaciones en un tono innecesario y desproporcionado, que a cualquier persona pudiere llegar a afectar en su propia estima o consideración, más aún, cuando algunas de dichas comunicaciones se realizan en correos electrónicos dirigidos a varios empleados o estando éstos en copia”.

Entre las humillaciones sufridas por la técnica se encuentra la que el alcalde de Braojos practicó cuando decidió colocar el puesto de trabajo de la técnica de Desarrollo Local mirando hacia la pared. La trabajadora destacó que es importante que este tipo de denuncias se sigan llevando a cabo para que no continúen.