Caso Escamez: ¿Conoces la mayor estafa relacionada con la Lotería de Navidad?

Este capítulo quedó grabado en la historia como la estafa más grande jamás relacionada con este sorteo, y no es para menos, la verdad.

Por:

Adonis Martínez

La Lotería de Navidad en España, ese ritual anual cargado de ilusión y esperanza, no siempre ha estado libre de sombras. Detrás del brillo de los bombos y la emoción de los niños de San Ildefonso, se esconden episodios que han sacudido la confianza de los jugadores. Este sorteo, que une a millones de personas en la búsqueda de la suerte, ha sido también escenario de ingeniosas estafas y fraudes que han marcado su historia.

Desde boletos fantasma hasta redes organizadas para manipular décimos, los engaños han dejado cicatrices en esta tradición centenaria. Entre estos episodios destaca el infame ‘Caso Escámez’, un fraude que no solo expuso la vulnerabilidad del sistema, sino que puso en jaque la fe de quienes confían en la transparencia de la lotería. Al final, la magia del sorteo no solo depende de los números, sino de la confianza que los respalda.

¿Qué sucedió en el caso Escamez?

El Caso Escámez es recordado como la mayor estafa en la historia de la Lotería de Navidad en España. En 1951, Miguel Escámez, propietario de dos administraciones de lotería en Sevilla, ideó un fraude masivo al imprimir y vender miles de participaciones falsas de los números 02704 y 02703, confiando en que no resultarían premiados.

El 22 de diciembre de ese año, el número 02704 fue agraciado con El Gordo, destapando el escándalo. Escámez, que solo poseía un billete real del número ganador, no pudo pagar a los afectados, dejando en evidencia su estafa. Se calcula que vendió más de 60.000 participaciones falsas, dejando a miles de personas sin las 7.500 pesetas que creían haber ganado por cada participación adquirida. Este caso marcó un antes y un después en la confianza hacia la Lotería de Navidad.

¿Qué le sucedió a los responsables?

La magnitud del fraude de Miguel Escámez sigue siendo difícil de precisar, aunque él mismo aseguró haber vendido más de 60.000 participaciones falsas, afectando a unas 5.000 personas en toda España. Cada participación, adquirida por una peseta, prometía un premio de 7.500 pesetas, equivalentes a unos 2.700 euros actuales. Miles creyeron haber transformado una pequeña inversión en una fortuna, solo para ver cómo sus sueños se desmoronaban.

La Brigada de Investigación Criminal destapó el fraude, y en 1956, la Audiencia Provincial de Sevilla condenó a Escámez a 22 años de prisión: 12 por falsedad continuada y 10 por apropiación indebida. Sus colaboradores, Manuel Barba y Antonio García, también recibieron penas de hasta 8 años de cárcel.

Para paliar los daños, se embargaron los bienes de los implicados y se inició un largo proceso de más de 10 años para repartir los premios entre los afectados. Este caso no solo dejó una profunda huella en la historia de la Lotería de Navidad, sino que también sirvió como una advertencia contra los fraudes masivos.