Horror en prisión: un preso agrede sexualmente a una funcionaria

La agresión, que combinó acoso físico y verbal, ha desatado un intenso debate sobre la seguridad y las medidas institucionales para prevenir estos casos.

Por:

Adonis Martínez

Una funcionaria del Centro Penitenciario de A Lama (Pontevedra) fue víctima de una agresión sexual el pasado viernes mientras realizaba tareas de vigilancia. Un interno con antecedentes conflictivos la atacó en una escalera, sujetándola por el cuello, acorralándola contra la pared y forzándola a un beso, lo que le provocó lesiones en el labio.

La trabajadora logró liberarse y refugiarse en una cabina de seguridad, donde recibió ayuda de sus compañeros. El sindicato Acaip-UGT denunció el caso, alertando que no se trata de un incidente aislado, sino de una problemática recurrente que evidencia la falta de protección adecuada para las trabajadoras en los centros penitenciarios.

No hay protocolos eficaces frente a esto

El sindicato Acaip-UGT ha manifestado su preocupación por la falta de protocolos específicos y efectivos para proteger a las trabajadoras penitenciarias frente a agresiones sexuales. Según denuncian, el actual protocolo de prevención solo contempla estas agresiones si hay lesiones físicas visibles, lo que deja a las funcionarias expuestas y sin herramientas suficientes para actuar ante este tipo de situaciones. Además, señalaron que no existen registros concretos de denuncias por acoso o agresiones sexuales, lo que invisibiliza aún más el problema.

Por su parte, Instituciones Penitenciarias desmintió estas afirmaciones, asegurando que el protocolo vigente sí permite actuar ante conductas delictivas de naturaleza sexual y registrar este tipo de incidentes. En respuesta al ataque, el interno fue trasladado de manera provisional a un módulo de aislamiento como medida preventiva, mientras se analiza el caso.

El sindicato ha enfatizado la urgencia de implementar medidas que garanticen un entorno laboral seguro para las funcionarias, quienes enfrentan diariamente situaciones de alta tensión y riesgo en su trabajo. Desde Acaip-UGT, instan a la administración penitenciaria a asumir su responsabilidad y a adoptar soluciones efectivas que protejan a las trabajadoras, asegurando un ambiente libre de violencia y cualquier tipo de acoso.