El poder del alumbrado navideño: así mejora tu estado de ánimo, según la ciencia

Las luces navideñas tienen efectos contrastantes: aunque aumentan el consumo eléctrico y afectan al medio ambiente, su resplandor crea un ambiente que mejora el ánimo.

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Por:

Adonis Martínez

El poder del alumbrado navideño: así mejora tu estado de ánimo, según la ciencia
Los adornos son parte de la magia navideña Foto: Pixabay

La luz tiene un impacto mucho más profundo en nuestras vidas de lo que solemos percibir. Más allá de su función práctica, puede evocar emociones, recuerdos e incluso sensaciones vinculadas a otros sentidos.

Este fenómeno, conocido como sinestesia, explica cómo ciertos estímulos luminosos, como el alumbrado navideño o la luz filtrada a través de vidrieras, pueden despertar sentimientos de alegría, nostalgia o tranquilidad.

Diseñadores y autoridades municipales aprovechan este potencial para crear entornos que mejoren el estado de ánimo y refuercen la conexión emocional con espacios específicos, ¿Y qué mejor momento que la Navidad?

Un estudio realizado por Antonio Manuel Peña García, de la Universidad de Granada, ha revelado varios detalles curiosos al respecto.

Los beneficios de las luces de Navidad en nuestro ánimo

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Las luces de Navidad se prenderan el 30 de noviembre. Fuente: X @Ximenez Group.
  • Aumento de la alegría y la nostalgia: Las luces decorativas pueden evocar recuerdos positivos, especialmente relacionados con la infancia o festividades pasadas.
  • Refuerzo de la conexión social: La iluminación festiva fomenta la interacción y la unión, ya que transforma espacios comunes en lugares acogedores y atractivos.
  • Reducción del estrés: La luz cálida y bien diseñada puede tener un efecto relajante, ayudando a disminuir la ansiedad durante épocas ocupadas como la Navidad.
  • Mejora del bienestar emocional: Ambientes luminosos y vibrantes pueden activar áreas del cerebro asociadas con la felicidad y el optimismo.

Un entorno lleno de luz genera alegría en una gran mayoría de personas, más de las que podrían sentirse indiferentes o melancólicas. La conexión del ser humano con la luz es innata, y quienes diseñan y promueven espectáculos luminosos, como políticos, comerciantes y publicistas, son muy conscientes de su impacto positivo.

No es casualidad que este vínculo sea tan poderoso si consideramos que nuestra principal fuente de energía y vida, el sol, nos proporciona tanto luz como calor, elementos esenciales para nuestra existencia.

Efectos negativos de las luces de Navidad

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Una Navidad única prometen en Fuenlembrada. Fuente: Ayuntamiento de Fuenlembrada.

Aumento del consumo energético:

  • Las luces navideñas incrementan notablemente el consumo de electricidad, especialmente en ciudades con decoraciones espectaculares. Esto se traduce en mayores emisiones de CO₂, contribuyendo al cambio climático.

Contaminación lumínica:

  • El exceso de iluminación artificial altera el equilibrio natural del entorno nocturno, dificultando la observación del cielo estrellado y afectando a los ecosistemas. Animales nocturnos como aves, insectos o tortugas pueden desorientarse, modificando sus patrones de comportamiento.

Interferencia en los ritmos circadianos:

  • La exposición prolongada a luces brillantes, especialmente aquellas con tonos azules, puede alterar los ciclos de sueño en humanos, afectando la calidad del descanso y, en consecuencia, el bienestar general.

Costes económicos elevados:

  • Además del impacto ambiental, las decoraciones navideñas representan un gasto considerable para los municipios, empresas y hogares, lo que en algunos casos genera debate sobre si los recursos podrían destinarse a otras prioridades.

Generación de residuos:

  • Las luces decorativas, especialmente las que no son reutilizables o son reemplazadas por nuevas cada temporada, contribuyen al problema de los desechos electrónicos, difíciles de reciclar y perjudiciales para el medio ambiente.

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