Detienen a un joven por chantajear a menores y hacer escenas pornográficas

Se hacía pasar por diferentes personas utilizando tres perfiles falsos en una aplicación de mensajería turca para llevar a cabo sus extorsiones.

Por:

Adonis Martínez

La Guardia Civil, a través del Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de Albacete, ha detenido a un hombre de 29 años residente en Madrid, acusado de cometer delitos de corrupción de menores con multas pornográficas, amenazas y extorsión utilizando una aplicación de mensajería instantánea de origen turco. Este caso pone de aliviar los riesgos del entorno digital para los menores y la necesidad de supervisión en el uso de estas plataformas.

Además, la investigación ha identificado a otras 15 personas implicadas en delitos relacionados con la corrupción de menores en la modalidad conocida como child Grooming. Este término hace referencia a la práctica de contactar con menores a través de dispositivos móviles para manipularlos y obtener material de contenido sexual, como imágenes, videos o audios.

Una investigación de varios años

La Guardia Civil ha desarticulado una red de delitos digitales con la detención de un hombre de 29 años en Madrid, acusado de utilizar una aplicación de mensajería turca para extorsionar a menores y obtener material pornográfico. Este caso pone en evidencia cómo las plataformas digitales pueden ser empleadas para cometer delitos graves que afectan directamente a los más vulnerables.

La investigación reveló que los implicados utilizaban técnicas avanzadas para ocultar su identidad, incluyendo la manipulación de las direcciones IP de los dispositivos desde los que operaban. Uno de los detenidos, ahora bajo la custodia del Juzgado de Instrucción número 3 de Hellín (Albacete), creó tres perfiles falsos en una aplicación de mensajería con el objetivo de engañar a sus víctimas haciéndoles creer que interactuaban con personas diferentes.

Aprovechándose de esta estrategia, lograba que los menores le enviaran archivos de contenido sexual. Una vez en su poder, recurriría a amenazas y coacciones para obtener material más explícito, advirtiendo a las víctimas que si no cumplían con sus exigencias, compartiría los archivos en Internet. Este modus operandi resalta la gravedad de los riesgos asociados al entorno digital y la necesidad de tomar medidas para proteger a los menores.