¿Qué sucede si revendo un décimo de la Lotería de Navidad?

Algunos podrían intentar revender sus boletos por encima del precio oficial para obtener beneficios económicos.

Los décimos para el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad ya están a la venta desde el pasado 11 de julio y podrán adquirirse hasta el 21 de diciembre, marcando el inicio de una tradición cargada de ilusión y expectativas. Este año, Loterías y Apuestas del Estado repartirá un impresionante total de 2.702 millones de euros

Los participantes pueden optar por comprar décimos individuales, compartirlos con amigos y familiares o formar parte de las participaciones populares, que permiten dividir el coste y las posibles ganancias entre varias personas. Sin embargo, es importante recordar que la reventa de décimos a un precio superior al oficial, aunque tentadora para algunos, está estrictamente prohibida por la administración.

¿Por qué es ilegal esta reventa?

La reventa de décimos de la Lotería de Navidad está expresamente prohibida según el artículo 2 de la Instrucción General de Loterías. Este documento establece que, al ser la Lotería Nacional un servicio gestionado por la Administración y sus billetes considerados efectos estancados, cualquier reventa con sobreprecio constituye una infracción sancionada conforme a la legislación vigente en materia de contrabando y defraudación.

Además, el artículo 8 de la misma normativa especifica que los billetes solo pueden ser vendidos en Administraciones de Loterías autorizadas. Estos establecimientos, si lo consideran oportuno, pueden contar con vendedores dependientes exclusivamente de ellas, según lo estipulado en los artículos 186 al 192 de la Instrucción. Esto garantiza que la distribución de los billetes se realiza de forma controlada y dentro de los canales legales.

¿Cuál es la multa por revender décimos de lotería?

Revender un décimo de Lotería de Navidad no solo está prohibido, sino que puede acarrear graves consecuencias económicas. Según el colectivo de Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha), si el décimo termina en manos de personas que buscan blanquear dinero, el vendedor podría enfrentarse a sanciones que lo obligarían a pagar hasta más de la mitad de las ganancias obtenidas por la reventa.

Por ejemplo, imagina que alguien vende un décimo premiado con 100.000 euros por 120.000 euros a una persona que desea justificar dinero no declarado. En este caso, el vendedor podría ser investigado y sancionado para facilitar una operación de blanqueo, teniendo que devolver parte importante de las ganancias obtenidas en la reventa. Por otro lado, el comprador solo estaría obligado a justificar el origen del sobreprecio pagado, es decir, los 20.000 euros adicionales.