23 años de prisión por agredir a su esposa embarazada y dejarla ciega en Pobla de Vallbona

La Fiscalía asegura que las agresiones ocurrieron durante la relación y continuaron tras la ruptura mientras convivían en la Pobla de Vallbona, Valencia.

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La Audiencia Provincial de Valencia celebra esta semana el juicio contra un hombre acusado de maltratar de forma continuada a su pareja durante varios años. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), los hechos se habrían producido entre 2013 y 2015, tiempo en el que la víctima sufrió tanto agresiones físicas como abusos psicológicos. El caso ha generado gran atención por la gravedad de los actos denunciados y el impacto prolongado sobre la víctima.

La Fiscalía sostiene que las agresiones no solo ocurrieron durante el tiempo que duró la relación, sino que continuaron después de la ruptura. A pesar de haber puesto fin a su vínculo sentimental, la pareja siguió conviviendo en el mismo domicilio en la localidad de la Pobla de Vallbona, donde los episodios de violencia persistieron.

En la mayoría de episodios violentos, la mujer estaba embarazada

Algunos de los episodios de violencia por los que se juzga al acusado ocurrieron mientras la víctima estaba embarazada, lo que agrava aún más la naturaleza de los hechos. Según el relato de la Fiscalía, las agresiones fueron tan severas que, en una de las palizas, la mujer perdió la visión de un ojo, dejando secuelas físicas irreversibles.

El Ministerio Público ha subrayado la brutalidad de los ataques, destacando el impacto que estos actos de violencia han tenido en la vida de la víctima. El juicio busca esclarecer la responsabilidad del acusado y obtener justicia para la mujer, cuya salud y bienestar se vieron gravemente afectados durante años.

La fiscalía pide una pena amplia

La Fiscalía ha solicitado una condena de 23 años y 10 meses de prisión para el acusado, basándose en una serie de delitos que dibujan un grave historial de violencia de género. Las acusaciones incluyen maltrato continuado, amenazas, agresiones físicas, vejaciones y posesión ilegal de armas, reflejando la brutalidad y la persistencia de los hechos.

Entre los elementos más preocupantes del caso se encuentra la tenencia de una pistola eléctrica tipo táser, utilizada presuntamente para intimidar y someter a la víctima. La Fiscalía sostiene que este comportamiento repetido y agravado requiere una respuesta firme, subrayando la necesidad de una pena ejemplar para proteger a la víctima y prevenir futuros episodios de violencia.