Así es la vida de Irene Olivares, la mujer más alta de España

Estas son las ventajas y las desventajas de medir lo que mide Irene, según ha contado ella misma.

Por:

Adonis Martínez

Irene Olivares ve el mundo desde casi dos metros de altura. Con 1,95 metros, esta mujer de 36 años se ha convertido en la más alta de España de forma oficial, aunque para ella, esa diferencia con los demás ha sido parte de su vida desde siempre. “Desde pequeña ya destacaba en las fotos de clase”, recuerda entre risas para La Voz de Galicia, asegurando que su gran estirón llegó de golpe, justo cuando cumplió los 12 años.

Aunque pueda parecer una excepción, su estatura tiene raíces familiares. Su madre mide 1,80 y su padre casi alcanza los 2 metros. Incluso sus abuelos eran altos, por lo que lo suyo, asegura, “viene de fábrica”. Entre los cuatro hermanos, Irene también lidera en centímetros: los supera a todos con holgura.

Más allá del dato curioso, sus medidas impresionan: piernas de 1,36 metros, manos de 21 centímetros y un número 44 de pie. Una mujer extraordinaria que ha aprendido a convivir con su singular altura con naturalidad, humor y mucha perspectiva.

Así fue la carrera profesional de Irene Olivares

Irene Olivares no solo ha sido noticia por su estatura, también ha sabido construir una carrera sólida lejos de los complejos. En República Dominicana encontró el espacio para crecer profesionalmente, debutando como modelo en campañas publicitarias y sobre la pasarela. Su carisma y porte la llevaron incluso a representar a España en el certamen Miss Intercontinental, uno de los concursos de belleza más prestigiosos del país.

Te podría interesar

El hombre con el pene más grande revela cómo fue su primera vez

La costumbre española al comer fuera que sorprende al resto del mundo y que se hizo viral

Hoy, Irene brilla con luz propia en redes sociales, donde comparte con humor y seguridad escenas de su día a día, muchas veces luciendo tacones que acentúan aún más su altura. “Ahora soy otra”, asegura, tras dejar atrás los años en los que vivir en su pueblo suponía enfrentarse a comentarios crueles cada vez que salía a la calle. Aquella etapa, dice sin rodeos, la marcó profundamente.

Pese a todo, ha transformado esa experiencia en aprendizaje. Con la vista puesta en el futuro, Irene no duda: si algún día tiene hijos, los preparará para afrontar las miradas y palabras que a ella tanto le dolieron. “Probablemente los apuntaría a artes marciales”, comenta con una sonrisa, sabiendo que en su familia la genética no pasa desapercibida.

Habla de cómo romper las barreras detrás del Bullying

A punto de cumplir los 37, Irene Olivares ha alcanzado una seguridad en sí misma que antes no conocía. Atrás quedaron los años de silencio y dolor en los que no sabía cómo reaccionar ante las burlas o desprecios que recibía, especialmente en su etapa escolar. Aquella niña que no encontraba fuerzas para responder ha dado paso a una mujer que ha aprendido a validarse sin necesidad de aplausos externos.

Aunque hoy existe una mayor conciencia sobre el bullying y la diversidad, Irene sabe que los comentarios hirientes pueden seguir afectando profundamente a quienes los reciben, sobre todo si son niños. Ella vivió en carne propia lo difícil que es enfrentar ese tipo de situaciones cuando no se tienen herramientas ni apoyo suficiente para hacerlo.

Ahora, con el paso del tiempo y las experiencias acumuladas, ha encontrado su propia voz. Ya no busca la aceptación de los demás, porque ha aprendido a valorarse por quien es. Y esa convicción se refleja tanto en su presencia pública como en la forma en que ha construido su identidad.