Qué es de la vida de Salva, amante de Maje y asesino del crimen de Patraix

Salva fue uno de los más perjudicados en el crimen de Patraix, y esto ha sido de él actualmente.

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Por:

Adonis Martínez

Maje y Salva
Maje y Salva, los asesinos de Patraix. Fuente: Península ES.

La viuda negra ha irrumpido con fuerza en el catálogo de Netflix, convirtiéndose en uno de los true crimes más comentados en España. Basada en el mediático asesinato de Antonio Navarro en el barrio valenciano de Patraix, la historia vuelve a sacudir a los espectadores por la frialdad con la que se ejecutó el crimen. Pero si hay una figura que despierta especial interés, esa es la de Salvador Rodrigo, conocido como Salva.

Salva no solo era amante de María Jesús Moreno, alias Maje, sino que fue quien llevó a cabo el asesinato por orden de ella. Enfermero de profesión y compañero de trabajo de Maje en el hospital La Salud de Valencia, su papel en esta trama va mucho más allá del de un simple cómplice. Enamoramiento, manipulación y dependencia emocional se mezclan en una espiral que terminó en tragedia y conmoción pública.

La historia de Salva es uno de los pilares emocionales de la película dirigida por Carlos Sedes, donde Tristán Ulloa da vida a un hombre vulnerable, atrapado entre el deseo y la culpa. Junto a Ivana Baquero como Maje, el film ofrece una mirada intensa y humana a uno de los crímenes más sonados de los últimos años.

¿Qué fue de Salva?

    Tras el crimen que conmocionó a todo el país, los caminos de Maje y Salva terminaron definitivamente separados. Salvador Rodrigo fue declarado culpable de ser el autor material del asesinato de Antonio Navarro, al que asestó seis puñaladas por orden de su amante. Aunque colaboró con la policía durante la investigación, fue condenado a 17 años de prisión, una pena inferior a la que pedía la fiscalía.

Desde 2018, cumple condena en la prisión de Picassent, en Valencia, donde permanecerá hasta 2035 si no hay cambios en su situación penitenciaria. Su vida personal también se vino abajo: su mujer, ajena a la doble vida que llevaba, solicitó el divorcio en cuanto se conoció la noticia. El caso dejó al descubierto una historia de traición, dependencia emocional y una decisión que marcó su destino para siempre.

Maje, condenada a 22 años como autora intelectual del asesinato, también pasó un tiempo en la misma prisión, aunque en el módulo femenino y sin contacto con Salva. Durante un tiempo intercambiaron cartas, manteniendo el vínculo que los había unido, hasta que él descubrió que ella seguía relacionándose con otros hombres. Aquella revelación fue el golpe final para una relación marcada por la manipulación y el crimen.

Maje dejó de lado a Salva

Para Salva, la noticia de que Maje había iniciado una nueva relación dentro de prisión fue otro golpe difícil de digerir. Saber que la mujer por la que lo arriesgó todo —incluso su libertad— rehacía su vida con otro recluso acusado de asesinato y que, además, esperaba un hijo, marcó un antes y un después en su percepción de lo vivido.

Mientras ella fue trasladada a Fontcalent para cumplir condena en un entorno adaptado a su maternidad, él sigue cumpliendo su pena en soledad, cargando con el peso de una decisión que le costó todo. Sabe que, tarde o temprano, Maje tendrá que volver a Picassent, cuando la ley la obligue a separarse de su hijo. Pero para Salva, ya no queda rastro de aquel vínculo. Solo queda el recuerdo de una historia que lo arrastró a cometer el mayor error de su vida.

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