Países bajos concede eutanasia a joven de 29 años por sufrir depresión crónica

Una joven decidió terminar con su vida mediante la eutanasia. Un caso polémico para muchos, pero deseado por quienes sufren dolores corporales o emocionales.

Por:

Melisa Sbrocco

Un tribunal en los Países Bajos ha autorizado la eutanasia a Zoraya ter Beek, una joven de 29 años que ha sufrido depresión desde su infancia. La aprobación final para la muerte asistida, que es legal en país desde 2002, fue concedida la semana pasada.

The Guardian informa que ter Beek padece depresión crónica, ansiedad, trauma, un trastorno de personalidad no especificado y autismo. Ha probado diversas terapias sin obtener los resultados deseados, incluyendo más de 30 sesiones de terapia electroconvulsiva (TEC), las cuales “no resolvieron los problemas principales”.

Los motivos para escoger la eutanasia teniendo 29 años

La joven tenía diagnóstico de depresión crónica desde hace varios años. En sus palabras, dijo: “La terapia me enseñó mucho sobre mí y mis mecanismos de afrontamiento, pero no solucionó los problemas principales. Al inicio del tratamiento, tienes esperanzas. Pensé que mejoraría. Pero cuanto más se prolonga el tratamiento, empiezas a perder la esperanza”, relata la joven al medio mencionado.

En su lucha, ter Beek llegó a considerar el suicidio, pero decidió no seguir ese camino tras recordar cómo la muerte de un compañero de clase afectó profundamente a su familia cuando ella era niña. Por ello, comenzó a investigar la opción de la eutanasia.

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“Finalicé la TEC en agosto de 2020, y tras un período de aceptación de que no había más tratamiento, solicité la muerte asistida en diciembre de ese año. Es un proceso largo y complicado. No es que pidas la muerte asistida un lunes y estés muerto el viernes”, comenta ter Beek.

“Pasé mucho tiempo en lista de espera para una evaluación, ya que hay muy pocos médicos dispuestos a participar en la muerte asistida (eutanasia) de personas con sufrimiento mental. Luego, un equipo debe evaluarlo, obtener una segunda opinión sobre su elegibilidad y su decisión debe ser revisada por otro médico independiente”.

A pesar de tener familia, pareja y amigos, ter Beek admitió haberse sentido asustada en algún momento, pero siempre estuvo “absolutamente decidida” a seguir adelante con el proceso de la eutanasia. “Cada médico en cada etapa pregunta: ‘¿Estás segura? Puedes parar en cualquier momento’”, añade la joven.