Es como Star Wars en la vida real: Así funciona el rayo mortal que China está desarrollando

Mientras el mundo se tambalea tras las elecciones de Estados Unidos, China sigue a lo suyo, creciendo exponencialmente.

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Adonis Martínez

Rayo láser de China
Así es el rayo láser de China que nos recuerda a Star Wars. Fuente: Producción en Canva PRO y La Península.

En el universo de Star Wars, la Estrella de la Muerte simboliza el poder destructivo llevado al límite, capaz de aniquilar planetas enteros con un solo disparo. Esta imagen de ciencia ficción ha asustado a generaciones, haciéndonos imaginar un futuro donde los avances tecnológicos alcanzan niveles inimaginables, además de peligrosos y terribles.

Ahora parece que China se ha inspirado en esa idea para convertirla en algo mucho más real: el desarrollo de un rayo láser superpotente.

Mientras las elecciones en Estados Unidos acaparan los titulares, China avanza en su propio camino, trabajando en tecnologías que parecen sacadas de una galaxia muy, muy lejana. Este rayo láser, en palabras de algunos analistas, podría asemejarse al poder de destrucción de la Estrella de la Muerte.

¿Para qué quiere China este rayo láser? Así funciona su rayo láser

Este rayo láser de alta precisión que China está desarrollando no está diseñado para ser un arma destructiva. Su finalidad, en cambio, es servir como una herramienta avanzada para desactivar satélites en el espacio, sin causar daños físicos o explosiones. Lejos de buscar una función militar directa, el rayo se enfoca en la neutralización de sistemas satelitales mediante la emisión de microondas concentradas, que permiten interferir en su operatividad de manera precisa y controlada.

El sistema funciona generando microondas de alta potencia, que combinan las ondas electromagnéticas en un haz único, dirigido con una precisión extraordinaria. Con un margen de error mínimo y una sincronización de apenas 170 picosegundos, este rayo apunta directamente al satélite sin causar daños colaterales ni impactos destructivos.

Con esta tecnología, China explora nuevas posibilidades de control espacial, pero sin intenciones de convertir el rayo en un arma en el sentido convencional. Su desarrollo plantea, sin embargo, interrogantes sobre el futuro de las operaciones en el espacio y los límites éticos de estas innovaciones.

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