Según un estudio, el lugar más peligroso para una mujer es su propia casa

Para muchas mujeres, la idea del hogar como refugio seguro no podría estar más lejos de la realidad. Su casa, en lugar de ser un lugar de paz, se convierte en un escenario de pesadilla, donde ocurre el 60% de los feminicidios en el mundo.

Por:

Adonis Martínez

Un informe reciente de Naciones Unidas revela que más de 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionalmente por hombres durante 2023. De estas, el 60 % (51.100 mujeres) perdieron la vida a manos de sus parejas o familiares cercanos, lo que equivale a aproximadamente 140 víctimas diarias en el ámbito doméstico. Estos datos refuerzan la alarmante realidad de que el hogar sigue siendo el lugar más peligroso para muchas mujeres.

Sin embargo, estas cifras representan solo una parte del problema. Según ONU Mujeres, en numerosos países los feminicidios no siempre se registran adecuadamente, ya sea por falta de recursos o por la ausencia de criterios claros para clasificarlos. Esto indica que los datos disponibles podrían ser solo “la punta del iceberg”, dejando en la sombra a muchas víctimas que no se contabilizan oficialmente.

Los países con más feminicidios en el mundo

África encabeza las estadísticas con 21.700 muertes, producto de diversas agresiones tanto por desconocidos como por familiares. Sin embargo, en Europa y América, el panorama es diferente: la mayoría de los agresores son los maridos o parejas íntimas de las víctimas.

El informe deja en claro que muchas de las mujeres asesinadas habían denunciado previamente episodios de violencia. Este dato evidencia las fallas en los sistemas de protección y la insuficiencia de políticas efectivas para prevenir el feminicidio y proteger a las víctimas.

Comparativa con la muerte de hombres

A nivel mundial, los hombres representan el 80 % de las víctimas de homicidios, incluidas aquellas ocurridas en zonas de conflicto. Sin embargo, cuando se trata de violencia letal en el ámbito familiar, solo el 12 % de los asesinatos de hombres se producen en este contexto. Esto contrasta significativamente con las cifras de mujeres, destacando que el hogar es un entorno considerablemente más seguro para los hombres que para las mujeres.