Cilia Flores: ¿Quién es la esposa de Nicolás Maduro y qué papel juega en el régimen?

Descubre quién es Cilia Flores, la esposa de Nicolás Maduro y la “primera combatiente” del chavismo, una figura clave en la política venezolana actual.

Por:

Adonis Martínez

Cilia Flores, conocida como “Cilita” por Nicolás Maduro, es una figura clave en la política venezolana y lleva más de 10 años como “primera combatiente” del chavismo. Abogada especializada en derecho laboral y penal, ha sido fundamental en la consolidación del poder de su esposo y es considerada una de las mujeres más influyentes del país.

Nacida en 1956 en Tinaquillo, Cilia creció en barrios de Caracas y comenzó su carrera defendiendo a Hugo Chávez y a otros militares durante el intento de golpe de Estado de 1992. A lo largo de los años, ha construido su propio capital político, consolidándose como una figura destacada dentro del chavismo junto a personalidades como Diosdado Cabello.

Cilia Flores construyó su propia carrera política

Cilia Flores cuenta con una sólida carrera política, fue elegida diputada en 2000 y, en 2006, se convirtió en la primera mujer en presidir la Asamblea Nacional, sucediendo a Nicolás Maduro. Durante su mandato, prohibió el acceso de periodistas al hemiciclo y fue acusada de contratar a familiares en el Congreso, algo que defendió al afirmar que fueron empleados por sus méritos. Además, entre 2009 y 2011 fue la segunda vicepresidenta del PSUV y, en 2012, procuradora general de la República.

Junto a Maduro, visitó a Hugo Chávez en sus últimos meses de vida y adoptó el apodo de “hija de Chávez” en sus redes sociales, aunque luego lo cambió a “chavista”. Después de más de 20 años de relación, se casaron en julio de 2013, poco después de que Maduro ganara las elecciones presidenciales frente a Henrique Capriles.

Una carrera dedicada a su marido y sus polémicas, y las suyas propias

Tras un periodo con menos visibilidad pública durante el gobierno de Maduro, Cilia Flores se limitó a participar en un programa radial titulado “Con Cilia en familia”. Sin embargo, su nombre volvió a la palestra en 2015, cuando dos de sus sobrinos fueron arrestados en Haití por narcotráfico, lo que ella calificó de “secuestro”.

Fueron condenados en EE.UU. a 18 años de prisión, aunque en 2022 fueron liberados en un intercambio de prisioneros entre Caracas y Washington. Además, en 2018 fue sancionada por Canadá y Estados Unidos por su cercanía con Maduro, lo que ella defendió como un ataque a su familia.

A pesar de las sanciones y la polarización que genera, Flores ha mantenido su rol político, regresando al Palacio Legislativo tras ser elegida para la Asamblea Constituyente en 2017 y para la Asamblea Nacional en 2021. Aunque no se distingue por una agenda feminista, comparte la ideología chavista y es igualmente vista como una figura polarizante. En la campaña presidencial actual, sigue acompañando a Maduro en diversos actos, reforzando su imagen política, incluso participando en momentos públicos como bailes en el escenario.