Muere un hombre trasplantado por cáncer transmitido por su donante

Las células cancerígenas del donante, originarias del pulmón, ingresaron al sistema circulatorio sin ser detectadas.

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Por:

Adonis Martínez

Transplante cáncer
Un trasplante que salió demasiado mal. Fuente: Península Es/Pexels.

Un grupo de médicos ha dado a conocer el caso de un hombre de 41 años que sufrió un trasplante de hígado en 2001 debido a una enfermedad hepática crónica. Menos de un año después, el paciente falleció a causa de un cáncer de pulmón que contrajo de su donante. A pesar de haber recibido el trasplante de un donante fallecido, no se detectó que esta persona padecía cáncer en el pulmón en el momento de la donación.

El caso, que se ha convertido en un alerta para la comunidad médica, revela que las células cancerígenas del donante pasaron inadvertidas durante la evaluación. El receptor, que residía en California, que ahora es noticia por los incendios, desarrolló el mismo tipo de cáncer de pulmón que su donante original, lo que llevó a su muerte. A pesar de los esfuerzos médicos, incluidos un segundo trasplante de emergencia, no pudo sobrevivir a la enfermedad.

¿Cómo pudo ser esto posible?

Cáncer
Una célula cancerígena. Fuente: Penínula ES/ Pexels.

El paciente, un hombre de 41 años de California, recibió el trasplante en 2001 de un donante fallecido, cuyo cáncer de pulmón no fue detectado en el momento de la donación. Esta información ha sido recogida por el Daily Mail.

    A pesar de un segundo trasplante de emergencia para intentar salvarle la vida, el receptor desarrolló el mismo cáncer de pulmón que el donante, lo que le costó la vida. Los médicos responsables del caso señalaron que las células tumorales del donante escaparon del hígado trasplantado y se diseminaron por el cuerpo, lo que resultó en la transmisión del cáncer.

Este es el primer caso documentado de transmisión de cáncer de un donante a un receptor, a pesar de que se le extrajo el órgano original y se intentó una intervención adicional. Este caso destaca como uno de los pocos en Estados Unidos en los que se ha transmitido cáncer entre donantes y receptores de órganos.

¿Y qué hay del donante?


El donante, un hombre de 63 años, falleció debido a un derrame cerebral, y no presentaba antecedentes médicos relacionados con el cáncer. Los exámenes de laboratorio previos al trasplante fueron claros: no se detectaron indicios de cáncer en su hígado, pulmones ni en ninguna otra parte de su pecho.

Esto generó una falsa tranquilidad en los médicos que llevaron a cabo el trasplante, ya que los análisis no mostraban ninguna anomalía que sugiriera la presencia de células tumorales. Sin embargo, la trágica sorpresa llegaría más tarde cuando se descubrió que las células cancerosas no fueron detectadas en esos exámenes, lo que provocó que el receptor contrajera la enfermedad que llevó a su muerte.

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