¿Los baños de agua fría realmente son tan beneficiosos? La ciencia lo aclara

Nuevas investigaciones cuestionan los beneficios de las inmersiones en agua fría por falta de evidencia científica sólida.

Los baños de agua fría se han popularizado por sus supuestos beneficios para la salud, como mejorar la circulación y fortalecer el sistema inmunológico. Aunque muchas personas afirman sentirse más energizadas tras sumergirse en agua fría, la ciencia no respalda completamente estas afirmaciones.

Un estudio reciente de la Universidad de Australia del Sur, que analizó 11 investigaciones con más de 3,000 participantes, reveló que, aunque la exposición al frío puede generar beneficios psicológicos, hay que ser precavidos con las afirmaciones que escuchamos.

A pesar de sus efectos inmediatos sobre el ánimo y la activación, los baños fríos aún no están respaldados por pruebas científicas que validen sus beneficios a largo plazo. Es crucial considerar la evidencia antes de adoptar esta práctica como una rutina habitual.

No hay mucha evidencia científica sobre los baños de agua fría

Los estudios sobre inmersiones en agua fría muestran beneficios inmediatos para el bienestar mental, como la reducción del estrés, pero no hay evidencia suficiente sobre los efectos a largo plazo. Tras la actividad, la mayoría de las personas se sienten mejor durante las 12 horas posteriores, e incluso hasta tres meses después.

Investigadores australianos buscaron los efectos de esta práctica en el sistema inmunitario, pero los resultados fueron limitados. Aunque no se analizaron los mecanismos del sistema inmunológico, se observó que los hombres europeos que se bañaron regularmente en agua fría tuvieron un 29% menos de ausencias laborales por enfermedad.

En resumen, los baños de agua fría parecen ser útiles a corto plazo para mejorar el bienestar y reducir las bajas por enfermedad, pero carecen de evidencia sólida sobre sus beneficios a largo plazo.

¿Y por qué los deportistas de élite lo hacen a menudo?

El agua fría es conocida por ayudar a reducir la inflamación muscular, especialmente entre los atletas de élite, quienes la utilizan para acelerar la recuperación. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que estos beneficios no se aplican de igual manera a la población general, ya que las personas sin la misma intensidad de entrenamiento no tienen las mismas necesidades.

Los expertos, como el Dr. Ben Singh, advierten que someterse a inmersiones en agua fría puede ser perjudicial para quienes tienen condiciones de salud preexistentes, porque el frío podría empeorar la inflamación.

En resumen, mientras que los deportistas pueden beneficiarse de estas prácticas como parte de su recuperación, no es recomendable que las personas sin preparación física se expongan al mismo nivel de estrés.