El “vicepresidente maldito” de Estados Unidos que visitó al Papa Francisco antes de morir

El sumo pontífice cumplió un último recibimiento horas antes de morir. ¿De quién se trata y qué recibió como regalo?

Por:

Nicolas Esteban Lafferriere

La muerte del Papa Francisco I ha resultado más que llamativa, en especial si consideramos que realizó diversas actividades durante Semana Santa. Una de ellas fue una breve conversación con el vicepresidente de Estados Unidos J. D. Vance, que tomó lugar pocas horas antes del deceso del sumo pontífice.

Se trata de una fecha inusual para recibir visitas dentro del El Vaticano, ya que una autoridad tan importante como Jorge Mario Bergoglio se encuentra ocupada en diversas tareas y ceremonias. Sin embargo, fue el propio Vance quien recibió esta cita el domingo 20 a las 11:30 horas, tras solicitarla en un principio al vaticano.

Los motivos de esta plática se encuentran muy relacionados a la crisis inmigratoria que Estados Unidos carga desde la entrada a la Casa Blanca de Donald Trump. El Papa Francisco se ha mostrado en contra de la estricta política a extranjeros impuesta por el Presidente del país norteamericano.

La reunión entre J. D. Vance y el Papa

A pesar de que las palabras exactas que se discutieron en aquella reunión resultaron privados, el propio Vance ha rememorado esta conversación en una entrevista reciente. “Pude verlo brevemente la mañana del Domingo de Pascua. Sabía que estaba muy enfermo. No me había dado cuenta de lo enfermo que estaba. Siempre lo recordaré como un gran pastor”, afirmó a los medios de La India en su gira por varios países del mundo.

Respecto al tipo de conversación que intercambió con el Papa Francisco, el vicepresidente decidió ser cauteloso: “Soy consciente de que tuvo algunos desacuerdos con algunas políticas de nuestra administración. También coincidió mucho con algunas de ellas”. J. D. Vance aseguró que no deseaba “manchar su legado hablando de política”. “Creo que fue un gran pastor cristiano, y así es como elijo recordar al Santo Padre”.

El último regalo del Papa Francisco

Quizás la anécdota más curiosa que se conserva de este intercambio verbal es una entrega de regalos del sumo pontífice a J. D.. Además de brindarle rosarios y una corbata con el escudo de El Vaticano, Francisco hizo entrega de tres huevos Kinder Sorpresa, para los tres hijos del vicepresidente.

Sin saberlo, el Papa había entregado estos dulces como su último regalo antes de morir. J. D. Vance respondió con felicidad por ver a Francisco en mejor estado de salud. “Rezo por usted cada día. Que Dios le bendiga”, le expresó antes de retirarse de la iglesia.