¿Funciona con tus niños? la rutina de los hijos de los Principes de Gales antes de dormir

Algunas de las claves detrás de esta rutina de la realeza que podrías aplicar con tus hijos en casa.

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Por:

Adonis Martínez

Rutina hijos Príncipe de Gales
Alucina con esta curiosa rutina. Fuente: Península ES.

Aunque la vida en la Casa Real británica pueda parecer distante y ceremoniosa, lo cierto es que puertas adentro también existen rutinas tan comunes como las de cualquier otra familia. Así lo ha revelado una exniñera de los príncipes George, Louis y Charlotte, hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, al compartir detalles del día a día en el hogar de los futuros monarcas.

Carole Redgrave, quien fue la encargada de cuidar y acompañar a los pequeños en sus primeros años, ha contado cómo eran esas horas previas a dormir, cuando la formalidad se disolvía entre cuentos, baños tibios y risas discretas. Lejos de protocolos, en esos momentos era cuando, según ella, afloraban con más fuerza las verdaderas personalidades de los niños: educados, cercanos y con un carácter propio muy marcado.

La clave estaba en la rutina, siempre igual y cuidadosamente diseñada para garantizar un descanso reparador. Ni el ajetreo del día ni los compromisos reales alteraban el orden de la noche: primero un baño relajante, después juegos tranquilos, un cuento... y directo a la cama. Un pequeño ritual inamovible que, según Redgrave, ayudaba a los príncipes a desconectar y a sentirse seguros en su entorno familiar.

Las claves detrás de la rutina perfecta

En casa de los príncipes de Gales, la sencillez también forma parte de la crianza. Según ha contado Carole Redgrave, antigua niñera de George, Charlotte y Louis, las rutinas de cuidado personal de los pequeños estaban marcadas por lo natural: nada de productos agresivos, perfumes intensos ni químicos innecesarios. Agua tibia, un paño suave y jabón vegetal eran todo lo que necesitaban antes de irse a la cama.

Más allá del baño, había otra regla que no se negociaba: nada de pantallas al final del día. La tecnología quedaba fuera de la rutina nocturna con un objetivo claro, el de ayudarles a desconectar y bajar el ritmo tras una jornada repleta de estímulos. “Se trataba de crear un ambiente tranquilo y constante”, explica Redgrave.

Cada uno tenía su forma de relajarse. George encontraba calma construyendo con bloques, Charlotte prefería sumergirse en la lectura, y Louis, el más pequeño, solía acurrucarse con su peluche favorito. Pequeños hábitos que, según su cuidadora, ayudaban a los niños a sentirse seguros, tranquilos y preparados para dormir en un entorno familiar, sin prisas ni distracciones.

Y cosas que nunca fallan, desde siempre

Una hora antes de que llegara la hora de dormir, la rutina de los hijos de los príncipes de Gales seguía un ritual sencillo y entrañable. Lejos de excentricidades, George, Charlotte y Louis disfrutaban de una taza de leche tibia —nunca fría— y, en ocasiones, un pequeño tentempié como una rodaja de plátano o medio pastel de arroz. Era un momento tranquilo, pensado para relajar el cuerpo y preparar la mente para el descanso.

Carole Redgrave, quien compartió estos recuerdos, asegura que ese rato previo al sueño estaba lleno de gestos cotidianos: abrazos, cuentos y algunas risas antes de apagar las luces. Según ella, lo más sorprendente de esas noches no era la rutina en sí, sino lo profundamente normal que resultaba todo, incluso dentro de una familia real.

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