Cónclave 2025: ¿Por qué se ha destruido el anillo del pescador del Papa Francisco?

Uno de los símbolos del sumo pontífice ha sido destruido antes de la elección de su sucesor. ¿De dónde proviene esta tradición?

Por:

Nicolas Esteban Lafferriere

El Cónclave protagonizado por 133 cardenales de todo el mundo ha dado inicio este miércoles, y el mundo entero se encuentra a la espera de conocer al nuevo Papa. Esta importante reunión se ha visto precedida por la destrucción del anillo del pescador, símbolo característico del Papa Francisco I.

Hablamos de un anillo de sello único que se presenta a cada Papa durante su toma de posesión papal. Su diseño suele presentar a San Pedro Apóstol, el primer Papa según la tradición católica, a menudo representado con redes de pesca o las llaves del Reino de los Cielos. El nombre del Papa reinante está inscrito sobre esta imagen.

Si bien su uso como sello se suspendió en 1842, el anillo del pescador sigue siendo un potente símbolo de la autoridad episcopal del Papa como sucesor de San Pedro y líder de la Iglesia. Su historia es tan interesante como los motivos de su destrucción.

La historia del anillo del Papa Francisco

El nombre del anillo, “Anillo del pescador”, hace referencia directa a San Pedro, quien era pescador de oficio antes de convertirse en uno de los discípulos de Jesús. La concesión del anillo a un nuevo Papa significa la gran responsabilidad que se le confía como sucesor de Pedro y pastor de los fieles católicos.

Tradicionalmente usado en el dedo anular de la mano derecha del Papa, el anillo también simboliza el compromiso espiritual del Papa y la fidelidad a la Iglesia Católica Romana. Históricamente, el anillo servía como sello para la correspondencia privada del Papa y los breves papales, junto con la bula de plomo, que se usaba para documentos papales más formales.

¿Por qué se destruye antes del Cónclave?

Según la constitución apostólica, los cardenales “disponen la destrucción del anillo de pescador y del sello de plomo con el que se envían las cartas apostólicas” cuando se reúnen en las congregaciones generales, con el fin de evitar su uso indebido para falsificar documentos o realizar duplicados. El acto de destruir el anillo con un martillo especial no solo representa un final simbólico del papado de Francisco I, sino también como una medida de seguridad contra cualquier posible uso indebido del sello papal.