Cónclave: ¿Cuántos votos hacen falta para elegir al nuevo Papa?

El Papa Francisco fue elegido en 2013 tras cinco votaciones que se resolvieron en poco más de un día.

Por:

Adonis Martínez

El Vaticano amanece con la mirada del mundo pendiente de una pequeña chimenea que, por ahora, solo ha dejado salir humo sin respuestas. El cónclave entra en una jornada clave. Tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril, los 133 cardenales llamados a decidir quién tomará el relevo siguen encerrados en un ritual tan antiguo como decisivo.

Entre muros cargados de historia, las conversaciones se entrelazan con silencios que pesan. Nada trasciende al exterior. Solo se sabe que el debate sigue y que los nombres de posibles sucesores flotan en el aire, sin que ninguno haya logrado todavía el respaldo necesario. La elección del nuevo obispo de Roma no es cuestión de rapidez, sino de inspiración y consenso.

Mientras tanto, la memoria reciente sirve de referencia. Cuando Francisco fue elegido en 2013, cinco rondas de votación bastaron para escribir un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia en apenas 27 horas. Hoy, en cambio, el desenlace parece más incierto. Cada hora sin fumata blanca alimenta tanto el misterio como las especulaciones.

¿Cómo son los votos que eligen al nuevo Papa?

Elegir un Papa nunca es tarea fácil ni rápida. Lo habitual es que la primera votación sirva más para tantear el terreno que para decidir. Con 133 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina, el elegido deberá alcanzar al menos 89 votos, es decir, una mayoría de dos tercios. Hasta que eso ocurra, el cónclave seguirá su curso con hasta cuatro votaciones diarias si es necesario.

No hay lista cerrada ni límite de nombres. Cada cardenal puede proponer a quien considere digno, lo que convierte cada jornada en un complejo juego de alianzas, convicciones y lecturas entre líneas. Lo único claro es que este proceso no entiende de relojes: puede resolverse en horas o extenderse durante semanas o incluso meses.

Este solemne y secreto ritual terminará cuando uno de los candidatos cruce la línea mágica de votos y acepte el peso de ser el nuevo obispo de Roma. Hasta entonces, el mundo seguirá mirando al cielo del Vaticano, esperando esa señal blanca que marque el fin del suspense.

Dónde ver la segunda votación para el nuevo Papa

Antes de que el secreto se imponga, el mundo podrá asomarse a uno de los rituales más solemnes de la Iglesia. Los actos previos al cierre del cónclave podrán seguirse en directo a través de El Debate, RTVE y su plataforma online RTVE Play. Será la última ventana abierta antes de que el proceso se sumerja en el silencio más absoluto.

Una vez que las puertas de la Capilla Sixtina se cierren, no habrá imágenes ni palabras que traspasen sus muros. Así lo dictan las normas del Vaticano, que preservan la intimidad y el misterio del momento en que los cardenales deben decidir quién guiará a la Iglesia.

A partir de entonces, solo un lenguaje seguirá hablando al mundo: el del humo. Desde la pequeña chimenea instalada en el tejado, la fumata —blanca o negra— se convertirá en la única señal visible que marque el ritmo de la elección. Hasta que aparezca el esperado humo blanco, el suspense seguirá siendo absoluto.