Un hombre muere tras ser atacado por el león que había comprado como mascota para su jardín

Un vecino intentó evitar la tragedia disparando al león, pero no logró salvar a la víctima, que murió por la gravedad de las heridas.

Por:

Adonis Martínez

Lo que empezó como una excentricidad terminó en tragedia. Un hombre de unos 50 años ha muerto en la ciudad de Najaf, al sur de Irak, tras ser atacado por un león que había comprado días antes para tenerlo como mascota en su jardín. El animal, lejos de comportarse como un felino domesticado, se volvió contra su dueño con una violencia letal.

Según medios locales, la víctima no era ajena a la convivencia con animales salvajes, ya que llevaba años criando especies exóticas en su propiedad. Sin embargo, esta vez el riesgo fue demasiado alto. El león lo atacó brutalmente, causándole heridas tan graves que no pudo sobrevivir.

Un vecino, alertado por los gritos y el ruido, disparó contra el animal para intentar frenar el ataque, pero fue demasiado tarde. La policía de Najaf ha confirmado los hechos y ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso.

Tuvieron que matar al león

Al ver al león abalanzarse sobre el hombre, no dudó en actuar y disparó hasta siete veces con un rifle tipo Kalashnikov, logrando abatir al animal. Así lo ha confirmado la televisión local, que recoge el testimonio de varios testigos de la escena.

A pesar de la rápida intervención, la situación ya era crítica. La víctima presentaba heridas extremadamente graves provocadas por las garras y colmillos del felino, lo que hacía prácticamente imposible su recuperación.

El hombre fue trasladado de urgencia al Hospital Al-Sadr, en la ciudad de Najaf, donde los médicos intentaron reanimarlo sin éxito. La gravedad de las lesiones hizo inútil cualquier esfuerzo, y su muerte fue confirmada poco después de ingresar.

¿Es legal tener leones por mascota en Irak?

La tragedia ocurrida en Najaf vuelve a poner sobre la mesa un problema persistente en Irak: la caza furtiva y el tráfico ilegal de especies salvajes. A pesar de las leyes existentes, el control sobre estas actividades sigue siendo débil, especialmente en zonas donde la vigilancia es escasa y las redes de contrabando operan con relativa impunidad.

Leones, tigres, monos o aves exóticas son capturados y vendidos como objetos de lujo o símbolos de estatus, sin tener en cuenta los riesgos que conlleva mantener animales salvajes en entornos domésticos. El caso de este hombre no es aislado; en los últimos años se han registrado varios incidentes similares en la región.

La falta de regulación efectiva y la alta demanda en el mercado negro alimentan un negocio peligroso y cruel. Mientras no se tomen medidas más contundentes para frenar el tráfico de fauna, tragedias como la vivida en Najaf seguirán siendo una amenaza real para personas y animales por igual.