Esto debes saber sobre el Crimen de los Galindos, el caso real que inspira ‘El Marqués’ en Telecinco

Cinco personas, tres hombres y dos mujeres, fueron brutalmente asesinadas en Los Galindos, una finca situada en Sevilla. Esta serie se inspira en los hechos ocurridos hace 49 años.

Por:

Adonis Martínez

Telecinco revive con su serie ‘El Marqués’ uno de los crímenes más horribles de la crónica negra española. La trama está inspirada en un hecho real: los múltiples asesinatos que ocurrieron en el cortijo Los Galindos, una finca ubicada en el término municipal de Paradas (Sevilla). Aquí te contamos todo lo que sucedió, quién es el principal sospechoso y por qué este crimen sigue tan presente en la memoria colectiva casi cinco décadas después.

Era el 22 de julio de 1975. A pesar de que el sol ya estaba cayendo, las temperaturas rondaban los 49 grados a la sombra. Esa tarde de verano, Manuel Zapata, capataz de la finca; Juana Martín, su esposa; Ramón Parrilla, el tractorista; y los recién casados Asunción Peralta y José González perdieron la vida de forma trágica.

Así se descubrió el asesinato en Los Galindos

El cortijo, que se extendía por 400 hectáreas y contaba con uno de los mejores equipos agrícolas de la zona, se dedicaba al cultivo de trigo, girasol y olivar. Antonio Fenet, uno de los trabajadores de la finca, estaba ocupado labrando y tardó en darse cuenta de que salía humo de una parte de la vivienda, ubicada a unos cuantos metros de donde él se encontraba. Al percatarse de esto, alertó a la guardia civil.

La guardia civil, junto a un forense y un médico, acudieron al lugar tras ser informados de que algo extraño había sucedido en Los Galindos. Al llegar, descubrieron los cadáveres de cuatro de las víctimas. Sin embargo, el cuerpo de Manuel Zapata no fue hallado en ese momento y apareció días después.

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El lugar del crimen no fue analizado adecuadamente. La primera noche, a pocas horas del hallazgo, más de 50 personas ya se encontraban en la finca, entre familiares, curiosos del pueblo y conocidos. Todos se movían por el cortijo libremente, alterando la escena del crimen. Incluso la guardia civil limpió la zona para que no se viera tanta sangre en la prensa, y había periodistas presentes. La escopeta, una de las armas utilizadas, fue cambiada de lugar varias veces para ser fotografiada en distintas ubicaciones de la finca. Esta falta de control y la inexperiencia ante un caso de esta magnitud hicieron que se perdieran muchos datos cruciales del crimen, datos que nunca se recuperaron.

Las autopsias revelaron que Manuel Zapata y su esposa fueron asesinados a golpes con una pieza metálica de una empacadora, una máquina agrícola para la paja. Ramón Parrilla murió por disparos de escopeta, mientras que Asunción Peralta y José González fueron golpeados hasta morir y posteriormente quemados. Se realizaron dos autopsias: la primera poco después del crimen y la segunda por Luis Frontela en 1983.