La ciencia tiene la respuesta: ¿Por qué los libros huelen tan bien?

Descubre por qué los libros tienen ese aroma tan especial: la ciencia explica cómo el papel y la tinta liberan compuestos únicos con el paso del tiempo.

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Por:

Adonis Martínez

Olor de libros
¿Por qué el olor de los libros nos atrae tanto? Fuente: Producción en Canva PRO y La Península.

No importa si es un ejemplar antiguo con páginas amarillentas o una recién novela salida de imprenta, los libros tienen un aroma único que fascina a los amantes de la lectura. Ese olor característico, que muchos describen como un viaje a través del tiempo, parece evocar recuerdos y despertar una sensación de calma y conexión. Desde las bibliotecas polvorientas hasta las librerías más modernas, el simple hecho de abrir un libro puede ser una experiencia multisensorial que va más allá de las palabras impresas en sus páginas, que huelen como a limpio en casa.

Pero, ¿qué es lo que provoca ese perfume tan especial que emana de los libros? ¿Y por qué resulta tan atractivo para tantas personas? La respuesta se encuentra en la ciencia. Tanto el papel como las tintas y adhesivos que componen un libro liberan compuestos químicos a medida que envejecen, creando un cóctel aromático que despierta nuestro olfato.

¿Por qué huelen tan bien los libros?

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Cada 11 de noviembre se conmemora el Día Mundial de las Librerías. Fuente: Canva - Pexels - La Península

El aroma distintivo de los libros, especialmente de los ejemplares antiguos, se debe a la liberación de compuestos orgánicos volátiles (COV) que emanan del papel y de los materiales utilizados en su fabricación. Con el tiempo, los componentes del papel, como la celulosa y la lignina, sufren procesos de degradación que generan una variedad de sustancias químicas responsables de ese olor característico.

Un estudio realizado por investigadores de la University College London y publicado en la revista Analytical Chemistry analizó los compuestos volátiles emitidos por libros antiguos. Los resultados identifican la presencia de compuestos como el benzaldehído, que aporta un aroma similar al de las almendras; el vainillín, que ofrece notas de vainilla; y el etilbenceno y el tolueno, que contribuyen con olores dulces y florales. Estos compuestos se originan a partir de la revisión de la lignina y otros componentes del papel.

Además, la tinta y los adhesivos utilizados en la encuadernación también liberan COV que se suman al perfil aromático de los libros. La combinación de estos compuestos crea una fragancia compleja y nostálgica que muchos encuentran agradable y evocadora.

¿Cómo afecta este olor en nuestro cerebro?

Activa la memoria olfativa:

  • El aroma de los libros estimula el sistema límbico, una región del cerebro vinculada a la memoria y las emociones.
  • Esto permite que el olor evoque recuerdos vívidos, como momentos de infancia o experiencias relacionadas con la lectura.

Despierta emociones positivas:

  • Asociamos el aroma de los libros con tranquilidad, aprendizaje y exploración.
  • Esto genera una sensación de bienestar y puede ayudar a reducir el estrés.

Conexión directa entre olfato y cerebro:

  • A diferencia de otros sentidos, el olfato tiene vías neuronales directas hacia el hipocampo y la amígdala, potenciando su capacidad para evocar emociones y recuerdos.

Un estímulo nostálgico:

  • Los compuestos orgánicos volátiles del papel y la tinta, como la vainillina y el benzaldehído, provocan sensaciones placenteras que muchas personas asocian con nostalgia.

Ofrece comodidad y familiaridad:

  • El olor de los libros, especialmente de los antiguos, está relacionado con espacios tranquilos como bibliotecas, lo que refuerza la sensación de calma y conexión emocional.


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