Adolescencia ¿Cómo es Pontefract, la ciudad inglesa donde se grabó la serie?

Con tan solo 4 capítulos, la serie se convirtió en la favorita de muchos.

La ultima joya de Netflix es Adolescencia, una miniserie que explora un brutal asesinato y las dificultades de crecer en la actualidad. Estrenada el jueves pasado, la producción británica de cuatro episodios ha causado revuelo, liderando el ranking de la plataforma con 24,3 millones de visualizaciones en solo cuatro días y atrayendo la atención hacia su elenco poco conocido.

El protagonista es Owen Cooper, quien debuta en la actuación como Jamie Miller, un chico de 13 años arrestado bajo sospecha de homicidio tras la muerte de una compañera de clase. Sus padres son interpretados por Stephen Graham (también productor ejecutivo) y Christine Tremarco.

Con un estilo más cercano al teatro, Adolescencia evita los giros explosivos típicos del thriller y construye tensión en su minimalismo narrativo. Un episodio completo se centra en una conversación entre Jamie y un psicólogo infantil, ofreciendo una experiencia intensa y agotadora para el espectador.

¿Cómo es la ciudad donde se grabó la serie?

Pontefract, en West Yorkshire, es una ciudad de mercado con un rico pasado histórico. Destaca por las ruinas de su castillo medieval, conocido como “La llave

del norte”, que jugó un papel clave en la Guerra Civil Inglesa. También es famosa por la producción de pasteles de Pontefract, un dulce de regaliz tradicional.

Además de su legado histórico, la ciudad cuenta con parques, arquitectura georgiana y una variada oferta de boutiques y cafeterías independientes. Los amantes del deporte pueden visitar el hipódromo de Pontefract, la pista de carreras planas más larga de Europa.

Con una población de aproximadamente 30.000 habitantes, Pontefract goza de buenas conexiones de transporte, con tres estaciones de tren y acceso a las autopistas M62 y M1. Se encuentra a poca distancia de Leeds y Wakefield, lo que la hace fácilmente accesible.

Las serie y la crianza en la adolescencia

El estreno de la serie recuerda al impacto de “Baby Reindeer”, aunque su enfoque es diferente. Mientras aquella exploraba el trauma de un individuo, Adolescencia invita a la audiencia a ser testigo de una historia inquietante.

Un momento clave ocurre cuando Jamie es fichado por la policía, una escena coreografiada como un partido de baloncesto, donde la acción se desplaza entre los personajes sin centrarse demasiado en ninguno. En el último episodio, ni siquiera aparece el protagonista; en su lugar, se profundiza en el sufrimiento de su familia.

Para muchos padres, la serie resulta difícil de ver. Si antes predominaba la idea de “esto nunca le pasará a mi hijo”, Adolescencia confronta una nueva realidad: “esto podría pasarle a cualquiera”. Su impacto radica en mostrar problemas que solemos ignorar hasta que es demasiado tarde.