Final explicado de You, la serie furor que se despide para siempre de Netflix

El final de You ha generado debate: ¿Era lo que esperaban los fans? Analicémoslo.

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Por:

Adonis Martínez

Final de You
Análisis del final de You. Fuente: Netflix.

Después de años de intriga, asesinatos y manipulaciones, You llega a su desenlace definitivo con una quinta temporada que pone punto final a la historia de Joe Goldberg. Siete años después de su primera aparición en pantalla, el personaje interpretado por Penn Badgley se enfrenta por fin a las consecuencias de sus actos. Lo que empezó como una serie sobre un “romántico obsesivo” se convierte en el cierre de un ciclo en el que el karma, al fin, llama a la puerta.

A lo largo de cincuenta episodios, Joe logró escapar una y otra vez del castigo, reinventándose en cada ciudad, dejando tras de sí una larga estela de víctimas y empezando nuevas vidas que siempre acababan torciéndose. En esta última temporada, el regreso a Nueva York y su matrimonio con Kate parecían abrirle una nueva etapa... hasta que la memoria de Beck y los fantasmas del pasado regresan para poner todo patas arriba.

Y es ahí donde entra en juego Bronte, la nueva figura clave en esta historia. Lo que al principio parece otra obsesión más, se convierte en la semilla de la justicia. Ella no solo desenmascara al verdadero Joe, sino que lo enfrenta a todo aquello de lo que ha estado huyendo. Gracias a ella, los espectadores encuentran al fin el cierre que llevaban tiempo esperando: un castigo merecido para uno de los protagonistas más perturbadores del streaming.

El final de Joe en la serie

El cierre de You pone fin a la huida interminable de Joe Goldberg y, por primera vez, lo enfrenta cara a cara con la justicia. El incendio que debía ser su última escapatoria se convierte en la trampa perfecta: Bronte lo salva, no por afecto, sino para asegurarse de que pague por todo lo que ha hecho. Con la ayuda de Kate, que entrega pruebas clave a la policía, el plan se cierra con precisión quirúrgica. Joe, el eterno escapista, termina donde siempre debió estar: en prisión.

La clave de esta jugada maestra no está en la venganza, sino en la verdad. Louise —el verdadero nombre de Bronte— entiende que dejarlo morir sería demasiado fácil. Prefiere que confiese, que se caiga la máscara, que el mundo escuche al verdadero Joe y lo mire sin filtros. Y lo consigue. Con una confesión pública y una sentencia firme, el protagonista cae. Al hacerlo, se libera también a quienes arrastró con él: personas que fueron acusadas injustamente ven por fin su nombre limpio.

Con Joe entre rejas, los supervivientes pueden respirar. Marianne retoma su arte sin la amenaza constante, y Louise se da permiso para redescubrirse, lejos del peso que supone haber sido su última obsesión. El final no solo cierra ciclos, sino que plantea una verdad incómoda: la historia siempre depende de quién la cuenta. Y esta vez, por fin, la voz que se escucha no es la suya.

¿Y qué ocurre con el hijo de Joe?

Una de las subtramas más significativas de esta temporada final gira en torno a Henry, el hijo de Joe. En su reencuentro, queda claro que el vínculo entre ambos está roto: el niño no solo rechaza a su padre, sino que lo llama “monstruo” sin titubeos. Este momento, breve pero potente, ofrece un rayo de esperanza al espectador, al mostrar que Henry no parece condenado a repetir el oscuro legado de Joe.

La serie deja claro que, desde el principio, el mayor peligro no han sido las circunstancias ni los enemigos que rodeaban al protagonista, sino él mismo. En esta temporada, por fin se derrumba el falso papel de víctima que Joe construyó durante años. Ya no hay más excusas ni máscaras: el verdadero monstruo siempre fue él.

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