La Consellería de Sanidade confirmó una pésima noticia sobre los adolescentes en Galicia

Una encuesta reveló una preocupante actividad que se vuelve más común en la adolescencia.

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Por:

Alexis Montiveros

La Consellería de Sanidade confirmó una pésima noticia sobre los adolescentes en Galicia
Adolescentes | Fuente Pexels

La Consellería de Sanidade ha confirmado un aumento preocupante en el consumo de medicamentos como tranquilizantes y somníferos sin receta entre los adolescentes gallegos. Según los últimos datos de la encuesta Estudes 2023 del Plan Nacional sobre Drogas, esta práctica se ha duplicado respecto a 2019, el último año antes de la pandemia.

El 7,9% de los estudiantes de entre 14 y 18 años en Galicia afirma haber tomado estos fármacos en los últimos 12 meses sin prescripción médica, frente al 4,2% que lo hacía antes de la pandemia. Esta cifra sitúa a Galicia como la tercera comunidad con mayor prevalencia, empatada con Madrid y Canarias, y solo superada por Cataluña (8,8%) y Baleares (8,6%).

¿Cómo acceden los jóvenes a estos medicamentos?

La encuesta aclara que se considera consumo sin receta cuando los adolescentes acceden a estos medicamentos a través de tres vías principales: usando pastillas recetadas a un familiar, continuando con un tratamiento prescrito previamente sin supervisión médica, o bien obteniéndolos por otros medios no autorizados.

En cifras absolutas, este comportamiento se traduce en un aumento estimado de 4.600 a 9.400 adolescentes gallegos que consumen estos medicamentos sin control profesional.

¿Se ha detectado también un incremento en el consumo ocasional?

El informe también revela que el número de estudiantes que ha probado hipnosedantes alguna vez en la vida sin receta médica ha seguido una evolución similar. De hecho, el porcentaje se ha duplicado entre 2019 y 2023, y se estima que más de 11.000 estudiantes en Galicia han tenido alguna experiencia con este tipo de fármacos.

Este aumento se produce en un contexto marcado por el deterioro de la salud mental durante la etapa pospandémica. Tanto en menores como en adultos, la pandemia exacerbó la falta de resiliencia y de herramientas emocionales, aumentando la demanda de ayuda profesional. No obstante, la opción farmacológica ha ganado terreno, incluso en ausencia de seguimiento médico.

¿Qué medidas se están adoptando ante esta situación?

La Fundación ANAR, que gestiona una línea de atención a menores, confirma que las peticiones de ayuda desde Galicia han aumentado considerablemente. Entre las principales preocupaciones destacan la ideación suicida y los intentos de suicidio, lo que ha llevado a revisar protocolos de actuación.

En respuesta a esta realidad, el Sergas y la Consellería de Educación han reforzado el protocolo de prevención del riesgo suicida infantojuvenil. Uno de los programas en marcha, Código Agarimo, mantiene bajo seguimiento a más de 300 estudiantes en centros educativos de la comunidad.

¿Qué piden los profesionales para frenar esta tendencia?

El Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia ha reclamado la incorporación urgente y estructural de psicólogos educativos en todos los centros escolares. Consideran que esta figura debe ser esencial en el sistema educativo, con responsabilidad directa sobre el bienestar psicológico del alumnado y la prevención de situaciones de riesgo.

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