El producto secreto que utilizan los jardineros para un césped verde los 365 dias del año

El cuidado del césped requiere constancia y conocimiento, y muchas veces la falta de resultados lleva a optar por soluciones artificiales más costosas.

Por:

Alexis Montiveros

Tener un jardín verde durante los doce meses del año puede parecer una misión imposible para quienes viven en casas. El cuidado del césped requiere constancia y conocimiento, y muchas veces la falta de resultados lleva a optar por soluciones artificiales más costosas. Sin embargo, algunos jardineros profesionales revelaron un truco casero que podría cambiar esta situación sin necesidad de grandes inversiones.

¿Qué producto natural ayuda a mantener el césped saludable?

Según expertos, el secreto mejor guardado por muchos jardineros son las sales de Epsom, conocidas por su uso en baños relajantes. Este producto contiene magnesio y azufre, dos elementos clave para nutrir el césped y favorecer su desarrollo. Aplicadas correctamente, estas sales pueden ayudar a mantener un jardín saludable incluso en otoño e invierno.

¿Qué beneficios aportan las sales de Epsom al jardín?

Las ventajas de este fertilizante natural son varias. Mejora la absorción de nutrientes, fortalece el sistema de raíces y previene el amarillamiento del césped. Además, aumenta su resistencia al frío y lo prepara para un crecimiento más vigoroso durante la primavera. Se trata de una solución económica y sencilla que cada vez más jardineros incluyen en sus rutinas estacionales.

¿Cómo se aplica este fertilizante casero al césped?

La preparación del fertilizante es muy simple: basta con disolver una cucharada de sales de Epsom en tres litros de agua y regar el césped de manera uniforme. El momento ideal para hacerlo es octubre, cuando el jardín aún está en etapa de crecimiento activo. Si el terreno está muy dañado, se recomienda una segunda aplicación cuatro semanas después.

¿Qué otros cuidados recomiendan los jardineros para un césped sano?

El mantenimiento del jardín también incluye prácticas complementarias. Cortar el césped de forma regular permite que la hierba crezca más densa. En primavera conviene abonarlo cada cuatro o cinco semanas con nitrógeno, potasio y fósforo. Los jardineros también aconsejan regar según la humedad y temperatura, controlar las malas hierbas y rastrillar la tierra para airear las raíces.