Miembro de la realeza asegura que la reina Isabel II se comunica tras su muerte de esta forma

Sarah Ferguson, duquesa de York, afirmó que su vínculo con la fallecida monarca sigue vivo.

Por:

Alexis Montiveros

Desde la muerte de la reina Isabel II en septiembre de 2022, muchas figuras cercanas a la familia real británica han compartido recuerdos íntimos sobre su legado. Sin embargo, Sarah Ferguson, duquesa de York, ha ido un paso más allá al afirmar que su vínculo con la fallecida monarca sigue vivo… gracias a sus perros.

¿Qué rol juegan los corgis de la reina en esta historia?

Sarah Ferguson ha declarado públicamente que Muick y Sandy, los corgis que pertenecieron a Isabel II y que ahora viven con ella y el príncipe Andrés en el Royal Lodge de Windsor, son más que simples mascotas. Según sus palabras, los perros serían el canal a través del cual la reina sigue manifestándose. Ferguson asegura que cada mañana los corgis ladran de una forma peculiar, lo que ella interpreta como una forma de la reina de saludarla o recordarle que sigue presente.

¿Qué dijo exactamente la duquesa de York?

Durante su intervención en un foro sobre mujeres creativas, Ferguson compartió que los ladridos de los corgis no son casuales. “Estoy segura de que es ella hablándome”, señaló, refiriéndose a su exsuegra. Para ella, estos gestos cotidianos de los animales tienen un profundo valor simbólico y emocional. Recordó también la emoción de ver la Elizabeth Line del metro de Londres —bautizada en honor a la reina— como un recordatorio constante de su legado.

¿Ya había mencionado antes esta conexión?

No es la primera vez que la duquesa de York sugiere que los perros de la reina tienen una sensibilidad especial. Meses después del fallecimiento de Isabel II, Ferguson comentó al diario Times que los corgis parecen detectar la presencia de la monarca en los pasillos del castillo. Según su relato, los animales a menudo ladran hacia el vacío, como si percibieran algo invisible. Para Ferguson, eso no es una casualidad: “Estoy convencida de que la reina se pasea por ahí riéndose”, llegó a afirmar.

¿Cómo se adaptaron los corgis a su nuevo hogar?

Desde que fueron adoptados por Sarah Ferguson y el príncipe Andrés, los corgis viven en el Royal Lodge, donde también residen los Norfolk terriers del exmatrimonio. Sin embargo, el recibimiento no fue del todo cálido. Ferguson relató con humor que los perros residentes se mostraron celosos, en parte porque las camas de los corgis son mucho más lujosas, incluso del característico azul real. A pesar de ello, la duquesa mantiene que Muick y Sandy son especiales, no solo por su pasado, sino por su conexión espiritual con su anterior dueña.

¿Es común este tipo de creencias en la familia real?

Aunque la afirmación de Ferguson ha generado comentarios en la prensa y en redes sociales, este tipo de expresiones no son habituales en la familia real británica, conocida por su discreción. Sin embargo, Ferguson, que nunca ha seguido al pie de la letra el protocolo real, ha mantenido a lo largo de los años una relación cercana con el público y no ha dudado en compartir experiencias que otros miembros evitarían.