¿Qué tan saludable es beber cerveza sin alcohol para nuestro organismo?

Cada vez más personas eligen la cerveza sin alcohol como una opción saludable para el verano. Sin embargo, aunque tiene beneficios claros, también conviene conocer sus posibles riesgos.

Por:

Matías Torino

Con la llegada del verano, el calor invita a buscar alivio en placeres simples y refrescantes. Pocas cosas se disfrutan tanto como destapar una cerveza bien fría al atardecer, ya sea en una reunión con amigos, en una parrillada o frente al mar.

Pero este clásico ritual veraniego también se adapta a los nuevos tiempos, cada vez más personas optan por versiones sin alcohol, buscando mantener el sabor y la experiencia, pero cuidando la salud.

El auge de la cerveza sin alcohol: ¿moda o salud real?

La cerveza sin alcohol mantiene muchas de las propiedades de su versión tradicional, pero sin el componente más cuestionado: el alcohol.

Según especialistas en salud, eliminar o reducir el consumo de alcohol puede disminuir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas, pancreáticas, gástricas y esofágicas.

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Además, un estudio de Integris Health indica que la cerveza sin alcohol no interfiere en la producción de grelina, una hormona que estimula el apetito. Esto la convierte en una opción más adecuada para quienes buscan cuidar su peso o mejorar la digestión.

También se destacan sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que pueden ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro.

¿La cerveza sin alcohol es tan saludable como parece?

Si bien sus beneficios son reales, no todo es perfecto. La cerveza sin alcohol contiene azúcares y tiene un alto índice glucémico, lo que puede afectar los niveles de glucosa en sangre si se consume en exceso. Para personas con diabetes o en riesgo, esta bebida debe tomarse con moderación y preferentemente con asesoramiento médico.

Otro punto a tener en cuenta es que esta bebida no reemplaza al agua, ni está recomendada para todos los públicos. Aquellos con intolerancia al gluten u otros ingredientes presentes en la cerveza deben leer bien las etiquetas y conocer la composición antes de consumirla.

De este modo, cambiar la cerveza tradicional por su versión sin alcohol puede ser un gran paso hacia una vida más saludable, siempre que se mantenga un consumo equilibrado y responsable.