No prestas atención y picas: El truco de los supermercados para que compres más

Con este truco los supermercados se llevan más dinero de tu cartera, y todos hemos picado una vez.

Por:

Adonis Martínez

Ir al supermercado es una rutina que todos compartimos, ya sea para hacer la compra del mes o simplemente para picar algo que se nos antojó. Aunque muchas veces vamos con una lista clara en mente, lo cierto es que no siempre salimos con lo previsto… y mucho menos con la cuenta que imaginábamos.

Lo interesante es que ese desvío en el gasto no siempre se debe a un impulso propio. Detrás de cada pasillo, cada estantería y cada promoción, hay una estrategia bien pensada. Los supermercados no solo venden productos: diseñan experiencias que nos empujan a comprar más de lo que realmente necesitamos.

Una de sus herramientas más eficaces es la llamada “técnica de la escasez”, que junto a otros trucos de marketing visual y emocional, consigue que tomemos decisiones sin ser del todo conscientes. Porque sí, en ese carro lleno de cosas también hay muchas decisiones que, en realidad, tomaron por nosotros.

El truco de los supermercados para que compres más

Hay trucos de supermercado que pasan tan desapercibidos como efectivos. Uno de los más comunes es también uno de los más invisibles: la estantería semivacía. Vas por el pasillo, ves solo unas pocas unidades de un producto, y tu cerebro hace clic. “Si quedan tan pocas, será por algo”, piensas. Y sin darte cuenta, lo echas al carro.

Detrás de ese gesto tan simple hay una estrategia muy bien medida. Puede que en el almacén haya cajas enteras esperando, pero solo colocan unas pocas a la vista. No es casualidad: mostrar escasez provoca urgencia. Y la urgencia lleva a actuar sin pensar demasiado, como si estuviéramos a punto de perder una oportunidad irrepetible.

Esta táctica no se limita a un tipo de producto. Se aplica en panadería, perfumería, bebidas o snacks. Porque lo importante no es lo que compras, sino lo que sientes: que estás ganando algo, que fuiste más rápido que los demás. Y así, la ilusión de escasez se convierte en una venta segura.

¿Por qué funciona tan bien este truco de los supermercados?

No es casual que muchos productos parezcan estar a punto de agotarse. La sensación de escasez es una de las técnicas de venta más antiguas que existen, y sigue funcionando porque apela a algo muy humano: el miedo a quedarnos sin algo que, quizá, ni pensábamos comprar.

Este mecanismo tiene nombre en psicología: aversión a la pérdida. Valoramos más aquello que sentimos que podemos perder que lo que podríamos ganar. Por eso, cuando vemos un cartel que dice “últimas unidades” o “sólo hoy”, nuestro instinto actúa antes que la lógica. Sentimos que debemos decidir rápido, antes de que sea demasiado tarde.

Y ahí es donde entra el juego emocional. Comprar algo que parecía escaso nos hace sentir que estuvimos en el momento justo, que conseguimos algo exclusivo. Aunque sepamos que no es tan limitado como parece, esa pequeña victoria psicológica es suficiente para que, una vez más, caigamos en la trampa.