El truco casero que alivia el calor en solo segundos y sin enchufes

Una solución simple y barata para refrescarte sin salir de casa. Toca decirle adiós a pasarlo mal este verano.

Por:

Adonis Martínez

Con el calor apretando y el verano apenas en sus primeros compases, muchas personas buscan formas de refrescarse sin recurrir al aire acondicionado. No todos pueden o quieren asumir ese gasto, y ahí es donde los trucos caseros vuelven a cobrar protagonismo. A veces, con lo que ya tienes en casa, puedes lograr un alivio inmediato.

Uno de los métodos que más está llamando la atención en redes sociales ha sido compartido por el arquitecto Leonardo Rogel en su cuenta de TikTok. El truco consiste en colocar una toalla húmeda justo detrás de un ventilador, creando un efecto de enfriamiento casero que simula el funcionamiento de modelos más sofisticados con depósito de agua.

El procedimiento no requiere grandes conocimientos ni inversión: basta con mojar una toalla con agua fría, colgarla sin que toque las aspas, y dejar que el ventilador haga el resto. Es una solución económica, rápida y accesible para combatir las horas más calurosas del día, usando solo lo que ya tienes en casa.

El truco definitivo para no pasar calor

Para poner en práctica este truco casero solo necesitas tres cosas: una toalla, agua fría y un ventilador. El primer paso es empapar bien la toalla con agua, escurrirla ligeramente para que no gotee y conservar ese frescor que ayudará a generar el efecto deseado. Lo ideal es que esté bien húmeda, pero sin chorrear.

Una vez lista, coloca la toalla colgada justo detrás del ventilador, asegurándote de que no entre en contacto con las aspas en ningún momento. Puedes ayudarte con una percha, una silla o incluso una cuerda para mantenerla suspendida de forma estable. Lo importante es que quede alineada con el flujo de aire, sin obstruir el aparato.

Lo que ocurre a continuación es sencillo pero muy eficaz: a medida que el ventilador funciona, el aire atraviesa la zona cercana a la toalla húmeda. Al evaporarse, el agua genera un descenso en la temperatura del aire, creando una brisa más fresca que se reparte por la habitación. Es un sistema casero que imita el funcionamiento de algunos ventiladores con depósito, pero sin gastar ni un euro.

Otros trucos que funcionan

Cuando el calor aprieta por la noche, un truco sencillo es rociar un poco de agua en el dormitorio antes de dormir. No hace falta empapar nada, solo unas pulverizaciones para que el ambiente se vuelva un poco más húmedo y fresco.

También ayuda colocar el ventilador junto a una ventana abierta, sobre todo si fuera refresca algo al caer el sol. Así se crea una pequeña corriente que renueva el aire y hace más llevadera la noche.

Durante el día, bajar persianas y evitar encender electrodomésticos que den calor es clave para que la casa no se convierta en un horno. Y por la noche, ropa de cama ligera y buena ventilación pueden marcar la diferencia entre dormir mal o descansar de verdad.