Las señales de tensión de Pedro Sánchez durante su discurso en la sede del PSOE, según experto en lenguaje no verbal

Pedro Sánchez intentó proyectar firmeza, pero según el análisis de su lenguaje no verbal, la tensión lo acompañó durante toda su comparecencia.

El pasado jueves, Pedro Sánchez compareció desde la sede del PSOE en un momento políticamente tenso: el caso de Santos Cerdán, su ya exsecretario de Organización, salpicado por un informe de la Guardia Civil por presunto cobro de comisiones. El presidente pidió disculpas a la ciudadanía, pero más allá de sus palabras, su cuerpo también habló.

El creador de contenido Ciencias del comportamiento, experto en análisis del comportamiento y lenguaje no verbal, viralizó en redes un análisis detallado de la comparecencia.

¿Qué gestos del presidente Pedro Sánchez reflejaron tensión durante su discurso ante la prensa nacional?

Según este guardia civil formado en Negociación de Incidentes Críticos y con más de cuatro millones de seguidores en TikTok, Sánchez mostró múltiples signos de tensión emocional.

Entre los gestos más destacados, el experto señala la llamada “boca en ostra”, un movimiento en el que los labios se esconden hacia adentro, típico de quien intenta reprimir lo que realmente quiere decir. También menciona el acto de tragar saliva, que suele asociarse con sequedad bucal provocada por el estrés o la incomodidad.

Otro signo importante fue la presión de los labios, que refleja contención emocional, especialmente de sentimientos negativos como la frustración o el enfado.

Durante todo el discurso, Pedro Sánchez mantuvo una postura corporal rígida y un rostro serio, con escasos gestos espontáneos, algo que también sugiere un esfuerzo consciente por controlar la situación.

¿Cómo influye el lenguaje no verbal en la percepción pública de líderes en momentos de crisis política?

La comunicación política no solo se mide por lo que se declara, sino también por lo que se transmite sin hablar. En contextos de crisis, como el que atraviesa el Gobierno tras los últimos escándalos, cada expresión, cada pausa y cada microgesto pueden influir en la percepción pública.

El análisis de Ciencias del comportamiento sugiere que el presidente, más allá del guion, evidenció preocupación real y contención emocional. De este modo, mientras Sánchez aseguraba que hay “tolerancia cero” a la corrupción y confirmaba su intención de agotar la legislatura, su lenguaje corporal mostraba el desgaste del momento.