El origen de la celebración de San Fermín y de los encierros taurinos

El origen de una de las celebraciones más populares en España, San Fermín, que ha ganado gran atracción internacional.

Por:

Julia Castro

Cada siete de julio empiezan los San Fermines, así dice una canción de Pamplona, sobre uno de los festejos con mayor tradición en España y también que se ha ganado con los años su fama internacional. Esta celebración sin embargo, continúa rodeada de muchos interrogantes sobre su pasado y, como ocurre con muchos de los festejos vinculados a la tauromaquia, su futuro también despierta más preguntas que respuestas.

Antes de los festejos por San Fermín, los encierros taurinos ya se hacían con regularidad produciéndose en España, algunos expertos colocan su origen en los encierros de Pamplona en 1385, cuando el rey de Navarra Carlos II El Malo organizaba estos encierros con motivo de la festividad de Santiago. Los encierros en tanto, se dieron debido al traslado de los toros desde el campo hasta el centro de las ciudades. Actualmente, los animales se trasladan el día de antes. Este evento se llama Encierrillo y en él los toros se guían hasta los corrales en el centro de la ciudad, en los que los animales pasan la noche antes de que comiencen los encierros de San Fermín.

¿Qué tienen que ver San Fermín con los encierros taurinos?

El historiador Luis del Campo Jesús, considerado como el historiador de los encierros, coincidía con los regidores del siglo XVIII al afirmar que correr delante de los toros es algo tan antiguo que a ciencia cierta no se conoce su origen. Entre los encierros más antiguos de España destacan:

• Los de villa segoviana de Cuéllar, que se remontan al año 1215
• Localidad salmantina de Ciudad Rodrigo en el archivo municipal de 1417
• Municipio vallisoletano de Portillo se remontan a 1471

En ese sentido, actualmente, los encierros de Cuéllar están declarados como de Interés Turístico Nacional, y se celebran enmarcados en las fiestas de la Virgen del Rosario, patrona de la villa, a finales de agosto, aunque en su origen se corrían por San Juan o el Corpus Christi.

Sin embargo, los encierros taurinos de talla internacional es el que se realiza precisamente en la celebración de San Fermín y su origen se basa religión, la ganadería y la tauromaquia. San Fermín era, según se cree, el hijo de un gran jefe romano de Pamplona en el siglo III. San Saturnino, un misionero francés que se encontraba en un viaje envangelizador por la península ibérica, le convirtió al cristianismo.

Ahora bien, San Fermín no es el patrón de Pamplona -aunque es una creencia popular- sino de la Comunidad Foral, mientras Saturnino ostenta el título del verdadero patrón de la capital navarra. En ese sentido, la veneración por San Fermín llegó hasta el siglo XIV, fue el primer obispo de Pamplona bautizó a miles de personas, tras esto los gobernadores romanos lo detuvieron y lo degollaron un 25 de septiembre, fecha en la que se conmemora su martirio.

Desde su componente religioso, la fiesta que dio origen a los Sanfermines se remonta a cuando Pedro de París, siendo obispo de Pamplona, llevó a Navarra las reliquias de San Fermín desde Francia y designó el 10 de octubre como el día de la celebración de su conmemoración. Se cree que posteriormente, en el siglo XVI, esta fiesta fue trasladada al mes de julio, coincidiendo con las ferias de ganado y el buen tiempo, porque Pamplona era un lugar de mucha lluvia y frío en el mes de octubre.