Cenaron en un restaurante, gastaron 12.300 euros y se negaron a pagar: todos detenidos

Un británico de 77 años y cinco mujeres, de entre 24 y 39 años (dos argentinas, una griega y dos polacas), terminaron tras las rejas al negarse a pagar la cuenta. Ocurrió en Ibiza.

La Policía Nacional ha detenido a seis personas, un hombre y cinco mujeres, que realizaron un “simpa” en un restaurante de Ibiza, negándose a pagar una cuenta de 12.291 euros tras una cena.

Los detenidos son un hombre británico de 77 años y cinco mujeres de entre 24 y 39 años, dos argentinas, una griega y dos polacas. Están acusados de un presunto delito de estafa, según informó este domingo la agencia Efe.

La séptima persona

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles en un restaurante de Ibiza, donde las seis personas disfrutaron de una copiosa cena con bebidas alcohólicas. Al finalizar, recibieron una factura de 12.291 euros que se negaron a pagar.

Los empleados del restaurante llamaron a la Policía Nacional, que se presentó en el lugar. Los trabajadores explicaron a los agentes que los seis clientes se negaban a pagar la cuenta, alegando que una séptima persona, que había abandonado el restaurante diez minutos antes, había reservado la mesa y les había invitado a cenar. Sin embargo, esta supuesta explicación parecía ser una argucia para evitar pagar.

Los agentes, tras verificar los hechos, procedieron a detener a las seis personas por un presunto delito de estafa.

Delito de no pagar en un restaurante

Salir de un restaurante sin pagar, comúnmente conocido como hacer un “simpa”, es considerado un delito de estafa, y no existe ninguna normativa que contemple este derecho para el consumidor.

El acto de abandonar un establecimiento sin pagar lo consumido puede parecer una opción en situaciones específicas de descontento, pero conlleva serias consecuencias legales. Según la ley vigente, no abonar la cuenta es un delito de estafa, por lo que los clientes tienen la responsabilidad legal de pagar por los servicios y productos recibidos.

Al no pagar la cuenta, el comensal incurre en una falta contra el patrimonio del establecimiento, pudiendo enfrentar tanto responsabilidades penales como civiles.

Irse de un restaurante sin pagar puede calificarse como hurto o estafa, dependiendo del Código Penal aplicable. Los elementos clave para establecer la responsabilidad incluyen la tipicidad de la conducta, la antijuridicidad material y la culpabilidad. En casos de hurto significativo, la policía puede intervenir y presentar una denuncia ante los juzgados civiles o penales.

Las sanciones penales pueden incluir prisión en casos extremos, dependiendo de la legislación local, aunque lo habitual es una multa proporcional al valor hurtado.

En el ámbito civil, el gerente o personal del establecimiento tiene derecho a reclamar el importe adeudado, lo cual puede incluir el pago de daños y perjuicios y, en ocasiones, la firma de un pagaré como compromiso de pago.