Atención: esta es la hora preferida de ladrones para entrar a viviendas en verano

Un estudio de una aseguradora determinó no sólo la hora, sino también los días que los delincuentes más eligen a la hora de ingresar a casas.

Por:

Cristian Ortega Mahan

Durante el verano, cuando muchas personas se van de vacaciones y pasan más tiempo fuera de sus hogares, los ladrones aprovechan para cometer robos en las viviendas. Cada vez utilizan técnicas más sofisticadas para sorprender a sus víctimas.

Una de las estrategias más comunes es el uso de “marcadores”, que consiste en dejar un objeto, como un papel, en la hendidura de la puerta. Si, al regresar, el marcador ha caído o desaparecido, esto indica que alguien ha abierto y cerrado la puerta, sugiriendo que la casa está habitada. También es común que los ladrones marquen los telefonillos para verificar la presencia de personas en el hogar.

Cambios en los hábitos de los ladrones

Con el tiempo, especialmente tras la pandemia de COVID-19, los momentos preferidos por los ladrones para robar han cambiado. Según el informe más reciente, Barómetro de la Seguridad de Securitas Direct, los días más propensos a los robos son los viernes y sábados, con las 20 siendo el momento favorito para perpetrar estos delitos.

No obstante, no es el único horario preferido. Según otro informe titulado La seguridad en los hogares y negocios, otro momento crítico es la madrugada del martes, entre las 2 y las 3 de la mañana. En contraste, el periodo más seguro durante los días laborables es entre las 7 y las 10 de la mañana.

Técnicas utilizadas por los delincuentes

Entre las técnicas más destacadas está el “bumping”, que implica hacer saltar los pistones de la cerradura usando una llave modificada. Otra técnica es el “impressioning”, en la cual el ladrón introduce láminas especiales en la cerradura para crear un molde de la llave original, permitiéndole posteriormente hacer una copia y acceder a la vivienda.

Para aquellos que planean ausentarse por un largo periodo, la táctica del felpudo puede ser útil. Pueden pedir a un vecino que, ocasionalmente, mueva un poco el felpudo para dar la impresión de movimiento en la entrada, simulando que la casa está habitada.