El estremecedor relato de Santiago Posteguillo sobre la DANA: “Tres días sin ayuda”

El escritor vivió en primera persona los destrozos que quedaron en Paiporta, una de las localidades más afectadas.

Por:

Luciana Godoy

La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre dejó una estela de destrucción y un cuestionamiento a la gestión de emergencias en la región: entre las voces que denuncian la falta de respuesta institucional, se encuentra el reconocido escritor Santiago Posteguillo, célebre por sus novelas históricas sobre la antigua Roma. Posteguillo, quien vivió en primera persona los estragos de la tormenta en Paiporta, una de las localidades más afectadas, narró cómo enfrentó tres días de caos sin ayuda de las autoridades.

“Un torrente brutal en solo 13 minutos”

El escritor describió el momento en que el barranco del Pollo, cercano a su hogar, se desbordó en cuestión de minutos, convirtiéndose en un río incontrolable que arrastraba árboles, vehículos e incluso dañó la estructura de edificios. Posteguillo relató cómo el agua alcanzó hasta dos metros de altura, llevándose su coche a un kilómetro de distancia y destruyendo negocios locales, incluida una librería cercana. Sin embargo, más allá de las pérdidas materiales, lo que más impactó al autor fue la ausencia total de respuesta institucional durante las primeras 72 horas tras la tragedia.

Falta de ayuda y miedo a saqueos

La desesperación en Paiporta creció con el paso de los días. Según el relato de Posteguillo, los habitantes se acostaron la primera noche sin luz ni agua, esperando que al amanecer llegarían los equipos de emergencia. “Pensábamos que vendrían la Guardia Civil, los bomberos o el Ejército, pero al despertar no había nadie”, señaló. Esta situación se prolongó durante días, generando una atmósfera de miedo. “Había saqueos por la noche, era como estar en una película de terror”, denunció el escritor, quien comparó el escenario con la distópica película La Purga.

La solidaridad de los vecinos

En ausencia de ayuda gubernamental por los destrozos de la DANA, los propios vecinos y voluntarios se organizaron para limpiar calles, retirar escombros y auxiliar a los damnificados. Armados con palas y cubos, intentaron devolver la normalidad a sus comunidades, aunque el esfuerzo resultó insuficiente para la magnitud del desastre. “Un pueblo con palas no puede enfrentar algo así”, enfatizó Posteguillo, criticando la falta de celeridad de los organismos públicos para responder a la emergencia.

El escritor destacó el devastador efecto psicológico que la DANA dejó en los residentes de Paiporta y otras localidades afectadas. Además de las pérdidas materiales, muchos damnificados enfrentaron la incertidumbre sobre cómo acceder a las ayudas y trámites burocráticos, especialmente las personas mayores.

Posteguillo cerró su relato con una dura crítica a las instituciones por la falta de preparación y respuesta en emergencias de esta magnitud. Comparando la situación con los conflictos políticos de la antigua Roma, el autor reflexionó sobre la necesidad de una gestión más eficiente y humanitaria. “¿Cómo puede ser que en pleno siglo XXI no llegue ayuda en 48 horas?”, cuestionó.