Carabanchel: Falsos policías secuestran a una mujer a plena luz del día

La mujer fue puesta en libertad una hora después, luego de que los secuestradores exigieran un rescate a su pareja.

Por:

Adonis Martínez

Una mujer fue secuestrada a punta de pistola por dos individuos que se hicieron pasar por policías. El suceso tuvo lugar el 22 de diciembre en la calle Vía Lusitana, en el barrio de Carabanchel. La víctima y su pareja estaban a punto de subir a su coche tras terminar su turno en una tetería cercana cuando un lujoso Jaguar negro se detuvo bruscamente a su lado.

Dos hombres bajaron del vehículo con chalecos reflectantes, empuñando armas y afirmando ser agentes de policía. Sin dar explicaciones, obligaron a la mujer a acompañarlos, dejando a su pareja paralizada por el impacto de lo ocurrido.

Un intento de negociación con el novio de la víctima

Pocos minutos después, el hombre llamó al 112 para informar del secuestro, describiendo a los responsables como dos hombres de origen magrebí que escaparon en el Jaguar negro. Mientras tanto, los secuestradores se pusieron en contacto con él por teléfono, exigiendo dinero y una cadena de valor a cambio de la liberación de su pareja. Los delincuentes intentaron pactar un punto de encuentro para realizar el intercambio y cerrar la negociación.

Por suerte, duró poco el secuestro

El desenlace del secuestro fue menos dramático de lo que en un principio se temía. Apenas una hora después de que la mujer fuera raptada, un camionero la encontró visiblemente alterada en una gasolinera de Fuenlabrada y no dudó en alertar a las autoridades.

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De inmediato, efectivos del Summa 112 acudieron al lugar para evaluar su estado de salud y ofrecerle asistencia. Afortunadamente, la víctima no presentaba heridas graves, aunque sí mostraba signos evidentes de nerviosismo y ansiedad.

Mientras tanto, la policía ha abierto una investigación exhaustiva para dar con los responsables. Las primeras líneas de actuación se centran en el análisis del Jaguar negro utilizado durante el secuestro y en el rastreo de las llamadas telefónicas que los secuestradores realizaron al novio de la víctima para exigir el rescate.