Macabro: Cortan la cabeza y las patas traseras de un poni en Villaquilambre

El poni fue encontrado muerto, y presentaba síntomas de haber sufrido un macabro atroz antes de ser asesinado.

Por:

Adonis Martínez

La tranquila localidad de Villaquilambre, en León, ha sido escenario de un macabro suceso. Farruco, un poni de 16 años, fue hallado sin vida en su finca con signos de extrema violencia. Su propietaria, Ángela Puente, ha pedido ayuda para dar con el responsable, mientras la Guardia Civil investiga lo ocurrido.

El ataque, ocurrido el 14 de febrero al anochecer, fue premeditado. El agresor ató al animal a un árbol antes de acabar con su vida y mutilarlo. Incluso intentó cortar sus patas delanteras, pero al parecer no pudo terminar.

El caso ha generado una gran indignación en la comunidad, que exige justicia por este brutal acto. Mientras tanto, las autoridades trabajan para esclarecer los hechos y dar con el culpable.

El sospechoso, un carnicero

La Guardia Civil cree que el brutal ataque al poni no fue obra de una sola persona. Las heridas fueron realizadas con “técnicas de carnicería”, lo que indica conocimiento en despiece de animales, y el peso de las patas, que superan los 60 kilos, sugiere la participación de varios individuos.

La familia de Farruco, tras más de una década con él, exige justicia. “No nos lo van a devolver, pero el responsable debe pagar por su crueldad”, han declarado, decididos a que no quede impune.

Mientras tanto, la investigación sigue en marcha, con las autoridades analizando pruebas y testimonios. La comunidad local también se ha movilizado para aportar cualquier pista que ayude a identificar a los culpables.

¿Cuál es la pena por hacer algo así en España?

Aquí en nuestro país, el maltrato animal está regulado por el Código Penal y la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales. La pena por un acto de crueldad extrema, como el asesinato y mutilación de un poni, puede incluir:

• Prisión de 6 a 18 meses si se demuestra ensañamiento o que el animal sufrió antes de morir.
• Inhabilitación de 2 a 4 años para trabajar con animales o tener mascotas.
• Multas económicas si no se considera un delito grave, sino una infracción administrativa.

Si el crimen se realizó con “crueldad extrema” o en grupo organizado, la pena puede llegar a 24 meses de prisión. La investigación determinará si se considera un delito agravado, pero apunta que el asesinato de este poni lo es.