Policía Nacional liberó a 48 mujeres explotadas en clubs de Alicante

Los clubes nocturnos de la ciudad habrían mantenido a más de 1.000 mujeres bajo condiciones deplorables.

Por:

Adonis Martínez

La Policía Nacional ha desarticulado una red criminal dedicada, presuntamente, a la trata de mujeres con fines de explotación sexual en clubs de alterne de la provincia de Alicante. La organización operaba a gran escala y captaba a sus víctimas con engaños, prometiéndoles empleo en España.

Según las investigaciones, más de 1.000 mujeres habrían sido explotadas por este entramado en el último año. La mayoría de ellas eran de origen sudamericano y fueron trasladadas al país bajo falsas promesas laborales, solo para ser sometidas a condiciones abusivas.

En el operativo, los agentes lograron rescatar a 48 mujeres y detuvieron a 48 personas, de las cuales 46 fueron arrestadas en Alicante y 2 en Murcia. Tras pasar a disposición judicial, seis de los detenidos han ingresado en prisión provisional mientras continúa la investigación.

Esto es todo lo que ha desvelado la policía

En el marco de la operación, la Policía Nacional llevó a cabo ocho registros domiciliarios en Alicante y ordenó el cierre de tres clubs de alterne. Durante los allanamientos, se incautaron ocho armas prohibidas y más de 150.000 euros en efectivo. Además, se bloquearon 938.000 euros en cuentas bancarias y se inmovilizaron 17 propiedades valoradas en más de 1,3 millones de euros.

La investigación se inició tras una denuncia anónima recibida a través de la línea 900 105 090, un canal habilitado por la Policía Nacional para combatir la trata de seres humanos. Este servicio, junto al correo electrónico trata@policia.es, permite la colaboración ciudadana de manera confidencial y segura.

Las víctimas, en su mayoría procedentes de Colombia y Venezuela, eran captadas en sus países de origen con falsas promesas de empleo en el sector de la estética y la limpieza en España. Sin embargo, al llegar al país, se encontraban con una realidad muy diferente, siendo trasladadas a los clubs donde eran forzadas a ejercer la prostitución.

Las mujeres eran explotadas sexualmente

La red criminal operaba en tres clubs de alterne ubicados en Alicante, Elche y Orihuela, los cuales intentaban camuflar como pensiones u hostales para ocultar su verdadera actividad. Para maximizar sus beneficios, la organización había diseñado una estructura empresarial que se sostenía mediante la explotación sexual de mujeres extranjeras en situación de vulnerabilidad.

Las víctimas eran forzadas a vivir dentro de los propios establecimientos y a trabajar en cualquier momento del día, siempre bajo estricta vigilancia. La organización utilizaba sofisticados sistemas de video con imagen y sonido para monitorearlas constantemente, restringiendo su libertad de movimiento a un máximo de dos horas fuera del local.