Guardia Civil detiene a un compañero que tenía pinchado el gas de su casa

Otro compañero de la Guardia Civil también fue descubierto pinchando la luz en Laredo.

La Guardia Civil de Cantabria enfrenta una polémica tras las acusaciones de que un mando ha estado pinchando la luz durante tres años en su vivienda oficial en el cuartel de Laredo. Aunque la cúpula del instituto armado tiene conocimiento del hecho desde hace meses, no se ha iniciado una investigación interna, lo que ha generado malestar entre los miembros del Cuerpo.

Por otro lado, en Torrelavega, la Guardia Civil actuó rápidamente cuando descubrió que un agente había pinchado el gas en su vivienda, deteniéndolo y abriendo una investigación. Esta diferencia de trato entre el mando de Laredo y el agente de Torrelavega ha causado críticas internas en el Cuerpo.

La denuncia anónima revela que el teniente en Laredo aprovechó que el contrato de la vivienda estaba a nombre de la institución para evitar pagar los recibos, lo que va en contra de las normas internas del Cuerpo. Esta situación ha generado indignación entre los componentes de la Guardia Civil en Cantabria.

Alerta en la Guardia Civil por estos casos

La alarma en el cuartel de Laredo comenzó cuando los trabajadores de la compañía eléctrica realizaron visitas continuas al acuartelamiento, lo que hizo que los demás guardias civiles se enteraran de los impagos de su mando. Según una denuncia anónima, se descubrió que el contador eléctrico estaba alterado, lo que generó gran preocupación y malestar entre los componentes del cuartel.

El informe revela que el medidor de electricidad estaba registrado a nombre de la Guardia Civil desde al menos 2019. Ese año, se realizaron obras para convertir una dependencia del cuartel en la nueva vivienda del teniente adjunto. Sin embargo, el cargo de teniente no fue adjudicado hasta 2022, dejando la responsabilidad de los gastos a cargo del mando de la Compañía de Laredo, quien ahora ocupa un cargo en la Policía Judicial e Información de Cantabria.

Durante esos tres años, la responsabilidad de los gastos derivados del uso de la vivienda oficial recayó en la Guardia Civil, lo que ha generado dudas sobre el manejo adecuado de los recursos y el cumplimiento de las normativas internas. La situación ha elevado la tensión dentro del cuerpo en Cantabria.

No quería cambiar la titularidad

En marzo de 2022, el supuesto mando moroso llegó a Laredo, donde se le asignó un bajo como vivienda oficial. A pesar de ser informado sobre la irregularidad del contador de electricidad, el teniente decidió no regularizar la situación, manteniendo las facturas a nombre de la Guardia Civil. Esta decisión ha generado gran malestar dentro del cuerpo, pues a pesar de las advertencias, el mando no tomó medidas para corregir el problema y continuar con el pago correspondiente de los servicios.

La denuncia ha puesto en evidencia la falta de acción por parte de los altos mandos, ya que hasta el momento no se han iniciado sanciones contra el teniente adjunto ni contra los oficiales involucrados en el caso. Aunque la irregularidad fue reportada a la Jefatura de la Comandancia de Cantabria, y específicamente al coronel Antonio Orantos, no se han tomado medidas disciplinarias. Esto ha despertado críticas por la falta de transparencia y la aparente impunidad dentro de la institución.