Qué es la mitomanía, la condición que Frank Cuesta adimitió tener

El leonés confesaba ayer en YouTube que sufre un “grave trastorno” relacionado con la mitomanía y el ego.

Por:

Adonis Martínez

Frank Cuesta reveló la dura verdad detrás de toda su situación. Fuente: Youtube (Santuario Libertad)

Frank Cuesta ha descolocado a sus seguidores tras publicar un vídeo en YouTube donde afirma que toda su carrera como defensor de animales era una farsa. “He sido un personaje”, confesó, asegurando que sufre un “grave problema de mitomanía y ego”.

Durante el vídeo, el leonés asegura que no es veterinario ni herpetólogo, y que los animales de su santuario en realidad fueron comprados. Todo, según él, habría sido parte de un show que se le fue de las manos, incluido con Chi, su antiguo socio.

Sin embargo, horas más tarde, Cuesta publicó un nuevo vídeo en el que aclaró que todo formaba parte de un guion que aceptó seguir para intentar frenar el acoso que estaba recibiendo. Pero, ¿qué hay detrás de esa mención a la mitomanía?

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Qué es la mitomanía

    Cuando Frank Cuesta habló de mitomanía en su primer vídeo, muchos no entendieron a qué se refería exactamente. ¿Era una excusa? ¿Una confesión real? Lo cierto es que ese término no es algo que se escuche todos los días, pero tiene un peso psicológico importante.

La mitomanía es un trastorno que lleva a una persona a mentir compulsivamente, incluso sin necesidad aparente. Según los expertos, estas mentiras no siempre buscan engañar por maldad, sino que suelen estar ligadas a la necesidad de aceptación, autoestima o simplemente a escapar de una realidad que incomoda. En algunos casos, como explican psicólogos especializados, el mitómano ni siquiera es del todo consciente de que está mintiendo: lo hace porque su mente ya ha adoptado esa forma de actuar como algo natural.

Frank Cuesta, contra la espada y la pared, al menos de momento. Fuente: Fram de su canal de Youtube (FRANK CUESTA - CANAL YOUTUBE)

Aplicado al caso de Cuesta, su relato de haber interpretado un personaje, de que todo se le fue de las manos, cobra un nuevo sentido. No se trata solo de haber fingido ante las cámaras: se trata de una posible lucha interna por sostener una identidad que, según él mismo reconoció, acabó desbordándolo.

Cómo saber si estás frente a un mitómano

La confesión de Frank Cuesta sobre su “grave problema de mitomanía y ego” dejó muchas preguntas en el aire. ¿Hasta qué punto una persona puede perder el control sobre su propio relato? Para entenderlo, hay que profundizar en cómo funciona realmente la mente de un mitómano.

Una persona que sufre mitomanía no solo miente de vez en cuando: vive con pensamientos constantes sobre mentir, a veces tan intensos que le resulta imposible concentrarse o actuar con naturalidad en su día a día. Mentir deja de ser una opción y se convierte en un impulso difícil de resistir. Cuesta llegó a decir que se convirtió en un personaje, y eso encaja con uno de los síntomas más preocupantes del trastorno: la distorsión entre la realidad y la ficción.

Además, este tipo de comportamiento suele estar vinculado a una baja autoestima y a una necesidad de validación. Inventar historias o exagerarlas puede ofrecer, aunque sea por un momento, la sensación de tener una vida más interesante o admirada. Y cuando nadie descubre la mentira, ese pequeño “éxito” refuerza el ciclo. Pero no es solo eso: la ansiedad también juega un papel clave, tanto como detonante como consecuencia, atrapando al mitómano en un bucle emocional del que es muy difícil salir.

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