Así cambiará el cajero automático en España a partir del 28 de junio

La banca da un paso clave hacia la inclusión: los cajeros deberán adaptarse a todos los sentidos y capacidades.

A partir del 28 de junio, los cajeros automáticos en España empezarán a transformarse para ser más accesibles e inclusivos. La entrada en vigor de la Ley de Accesibilidad, aprobada en 2023, marca un punto de inflexión en el diseño de estos dispositivos. Todos los nuevos cajeros que se instalen a partir de esa fecha deberán cumplir con criterios universales de acceso.

El objetivo es simple, pero ambicioso: que cualquier persona —tenga una discapacidad visual, auditiva, física o cognitiva— pueda operar un cajero sin barreras ni limitaciones. Para ello, las entidades financieras deberán ofrecer interfaces más intuitivas, con opciones multisensoriales, desde comandos por voz hasta contrastes visuales reforzados y sistemas de navegación adaptados.

Este cambio no solo afecta al diseño exterior o al software de los cajeros, sino que supone un avance real hacia la inclusión financiera. Por primera vez, se establecen obligaciones claras para que la tecnología bancaria sea usable para todos, sin necesidad de ayuda externa. Un paso más hacia una sociedad donde la accesibilidad no sea una excepción, sino la norma.

¿Por qué van a cambiar así los cajeros automáticos?

A partir de ahora, estos dispositivos tendrán que ser más comprensibles, más accesibles y más humanos. Ya no bastará con una pantalla y un teclado: los cajeros deberán hablar, mostrar y sentir de forma que cualquier persona, sin importar sus capacidades, pueda utilizarlos con autonomía.

Los cambios van desde lo visual hasta lo táctil. Habrá instrucciones por voz para personas con problemas de visión, pantallas con buen contraste, letras más claras, teclados con braille y pantallas táctiles adaptadas. Todo pensado para que nadie tenga que pedir ayuda para sacar su propio dinero o consultar su cuenta.

Y lo mejor es que esta transformación no beneficiará solo a personas con discapacidad. También hará más fácil el uso de cajeros a personas mayores, a quienes les cuesta adaptarse a la tecnología o simplemente a quienes agradecen que las cosas estén mejor explicadas. Porque cuando algo se hace bien para todos, todos ganamos.

¿Cómo impactarán estos cajeros automáticos en la sociedad y la economía?

En España, más de 4,3 millones de personas conviven a diario con algún tipo de discapacidad. Para ellas, lo que muchos dan por hecho —como sacar dinero de un cajero— puede ser un desafío. Por eso, este cambio legal no es solo una reforma técnica: es una declaración de intenciones.

La propia banca española lo tiene claro: adaptarse no es solo una obligación, también es una forma de acercarse mejor a sus clientes. Desde la AEB han respaldado la medida como una oportunidad para crecer en calidad de servicio y dar un paso firme contra la exclusión financiera.

Los cambios llegarán por fases. A partir del 28 de junio de 2025, todos los nuevos cajeros deberán ser accesibles desde el minuto uno. En cuanto a los ya instalados, las entidades tendrán hasta 2030 para adaptarlos, siempre que no pasen de los 10 años de antigüedad.