Muere una joven de 22 años tras desmayarse mientras entrenaba en un gimnasio

Lo peor de todo es que el centro no contaba con un desfibrilador portátil, algo que por ley debería de estar en el centro.

En las últimas semanas, varios casos trágicos han sacudido a la comunidad fitness, con muertes repentinas ocurridas en gimnasios de distintos países. El más reciente ha generado un fuerte impacto en Brasil, donde una joven de 22 años perdió la vida mientras entrenaba en un centro deportivo de Copacabana, en Río de Janeiro.

Un vídeo que circula por redes sociales muestra el momento exacto en el que la joven se desmaya en plena zona de pesas, ante la mirada atónita de otros usuarios del gimnasio. Aunque varios presentes intentaron socorrerla, la falta de un desfibrilador y personal médico cualificado dificultó cualquier maniobra de primeros auxilios.

El suceso, ocurrido el pasado martes 20 de mayo, ha vuelto a abrir el debate sobre la seguridad en este tipo de instalaciones. No es el primer caso reciente: días atrás, una mujer también falleció en un gimnasio de la Ciudad de México en circunstancias similares, lo que subraya la necesidad de revisar protocolos y recursos sanitarios en estos espacios.

¿Cuáles fueron las causas?

Aunque en apariencia la joven parecía estar en buen estado de salud, las imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran una escena inquietante. De forma repentina, se sienta en uno de los aparatos del gimnasio y comienza a hacer leves gestos de dolor. Apenas unos segundos después, pierde el conocimiento y cae hacia atrás, golpeándose la cabeza contra una de las máquinas de entrenamiento.

Varios usuarios que estaban cerca de ella interrumpieron su rutina para intentar auxiliarla, pensando que se trataba de un desmayo leve. No obstante, al acercarse se dieron cuenta de que la situación era mucho más grave de lo que parecía. Pocos instantes después, miembros del personal del gimnasio llegaron al lugar para asistirla, aunque sin contar con el equipo necesario para una atención médica urgente.

La escena fue registrada por las cámaras del propio establecimiento, que en ese momento se encontraba lleno de clientes realizando su rutina diaria. Lo que comenzó como una jornada más de entrenamiento terminó convirtiéndose en una tragedia que ha conmocionado a la comunidad local y ha encendido las alarmas sobre la prevención de emergencias en espacios deportivos.

El gimnasio no tenía desfibrilador

Según medios locales, un médico que estaba entrenando en el mismo gimnasio intentó reanimar a la joven tras su desvanecimiento. Sin embargo, la falta de un desfibrilador complicó cualquier maniobra de emergencia. Este detalle ha generado indignación, ya que la normativa brasileña exige que los gimnasios cuenten con este tipo de dispositivos para actuar ante situaciones críticas como la vivida.

Además de investigar una posible negligencia por parte del establecimiento, las autoridades también están analizando si la joven padecía alguna condición cardíaca previa que pudiera haber influido en el desenlace.