El truco viral para evitar que se vuele la sombrilla en la playa

Repasamos las recomendaciones más importantes para evitar que pierdas tu sombrilla durante tus vacaciones de verano.

Las vacaciones de verano son un momento de relajación que puede convertirse en estrés gracias a situaciones que no contemplamos a la hora de pasar un día de playa. Una de ellas es la posibilidad de que el viento se lleve la sombrilla que compramos o alquilamos para protegernos de los rayos del sol.

Proteger nuestra sombrilla

Existen varias soluciones básicas para evitar que el viento haga estragos en nuestro día de descanso al quitarnos nuestra sombrilla. Una de las más sencillas consiste en utilizar un pincho de plástico, localizable en supermercados o en pequeñas tiendas cerca de la playa, para asegurar la sombrilla.

También es importante considerar la dirección del viento. Lo ideal es posicionar nuestra sombrilla con el techo en dirección contraria a la brisa, para evitar que esta empuje al objeto. Atar la sombrilla a una bolsa con un peso pequeño, como arena o piedras, también evita que salga volando con facilidad.

Otro aspecto que podemos observar para buscar un lugar donde clavar la sombrilla es la humedad de la arena. Esto puede favorecer y facilitar la colocación del objeto, dejando la posibilidad de maniobrarlo de acuerdo al movimiento de las brisas, o de moverlo si no estamos convencidos del espacio seleccionado.

Así evitamos perder la sombrilla

Habiendo aclarado estos puntos, ya podemos pasar a los pasos específicos que se requieren para asegurar nuestra sombrilla en la arena. Recuerda elegir una zona lo más despejada de gente y objetos que sea posible.

Una vez localizado el sector donde tendremos nuestro día de playa, los pasos a seguir son los siguientes:

1. Cavar un hoyo profundo y no demasiado ancho, en el que podamos insertar el poste y girarlo de forma enérgica.
2. Agarrar varias piedras medianas e introducirlas alrededor del poste, para que queden encajadas y permitan la estabilidad de la herramienta.
3. Cubrir las piedras con arena, de tal forma que el montículo se llene por completo.
4. Humedecer de forma ligera la parte de arena alrededor del poste y de nuestra sombrilla.

De esta forma, podremos relajarnos con la seguridad de que nada malo ocurrirá con nuestra sombrilla mientras pasamos un día inolvidable cerca del mar.