Esta es la manera de conocer cuánto tiempo le queda a tus neumáticos

Revisar periódicamente los “testigos” de las ruedas nos indicará qué tiempo le quedan y cuándo debemos preocuparnos por su reemplazo.

Por:

Cristian Ortega Mahan

Los neumáticos de un vehículo, al igual que cualquier otro componente, tienen una vida útil que se ve afectada por el paso del tiempo y el uso constante. Con el tiempo, las ruedas comienzan a deteriorarse, lo que pone en riesgo la seguridad del conductor y de los pasajeros. Aunque puedan parecer en buen estado, los neumáticos caducados dejan de funcionar adecuadamente, lo que aumenta la posibilidad de accidentes.

Los neumáticos están hechos de caucho, un material que se desgasta con el uso diario y se ve afectado por factores externos como la exposición al sol, la humedad, y los cambios bruscos de temperatura. Este desgaste progresivo puede no ser evidente a simple vista, pero compromete la capacidad de adherencia y el rendimiento del vehículo.

¿Cómo saber si las ruedas han caducado?

Para determinar si es necesario cambiar las ruedas, lo primero que se debe revisar es la fecha de fabricación, que normalmente está impresa en el costado del neumático. Esta fecha es crucial, ya que los neumáticos suelen tener una vida útil que oscila entre 5 y 10 años, dependiendo del fabricante y el modelo. Si las ruedas tienen más de cinco años, es recomendable sustituirlas, incluso si no muestran señales evidentes de desgaste.

Otra señal clara de que es hora de cambiar las ruedas es el desgaste del dibujo o las líneas del neumático. Si estas están borrosas o desgastadas, el neumático ha perdido la capacidad de agarrarse correctamente al asfalto, lo que representa un riesgo significativo en la conducción diaria.

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A su vez, los neumáticos tienen “testigos” entre las hendiduras del dibujo. Si están al raz de la superficie de pisada del neumático, es hora de cambiarlos, y de manera urgente.

Consecuencias de usar neumáticos en mal estado

Conducir con neumáticos envejecidos o en mal estado puede traer varias consecuencias negativas. La primera es la pérdida de tracción, ya que las llantas caducas pierden flexibilidad, lo que impide que se adhieran correctamente a la carretera. Esto también aumenta el riesgo de reventones, sobre todo a altas velocidades o en carreteras en mal estado.

El desgaste irregular de los neumáticos también afecta el manejo del vehículo, provocando vibraciones o problemas de estabilidad. Además, los neumáticos en mal estado pueden aumentar la resistencia al rodaje, lo que obliga al motor a trabajar más y, en consecuencia, incrementa el consumo de combustible.

Mantener las ruedas en buen estado es fundamental no solo para la seguridad, sino también para la eficiencia y el rendimiento del vehículo a largo plazo.