Los hombres también fingen orgasmos: ¿Cómo, cuándo y por qué?

El placer masculino es puesto a prueba en un nuevo estudio centrado en sexualidad.

Por:

Nicolas Esteban Lafferriere

Se dice que las mujeres son más propensas a fingir orgasmos durante el sexo. Sin embargo, los hombres no son ajenos a esta práctica. Quitando los clichés típicos de este tema, el género masculino también pasa por una serie de problemas para sentir placer durante el acto sexual.

Las cifras de los estudios

Los informes relacionados a este tema han brindado cifras más que curiosas, y que se acercan bastante a un cliché que suele ser asociado con el sexo femenino. De acuerdo a Estudios de Opinión y Marketing en Francia (IFOP), el 42% de los hombres finge el orgasmo durante el acto sexual.

Por otro lado, la revista Hims & Hers Health señala que el 41% de los jóvenes de la Generación Z acostumbra a simular orgasmos. La National Library of Medicine comprobó en un estudio de 180 hombres que el 85% de ellos había tenido experiencias sexuales, con un cuarto de ellos fingiendo el orgasmo durante algún momento en que practicaron el acto.

¿Por qué ellos fingen el orgasmo?

Sería fácil hablar de los clichés o tabúes que se asocian al sexo masculino. Sin embargo, el “orgasmo mecánico” de los hombres está lejos de la realidad. El placer de ellos es tan complejo como el de ellas, y su sexualidad admite un sinfín de variaciones.

Problemas como el no excitarse lo suficiente, no conseguir la erección o la falta de eyaculación son más frecuentes de lo que se piensa. El llamado falking, puede darse por muchas razones, como la presión, el cansancio, la falta de excitación, el deseo de no herir a su pareja o la búsqueda de sincronía con ella al llegar al clímax.

Otro culpable que se ha asociado al “falso orgasmo” es el consumo abusivo de pornografía. La forma en que este medio de entretenimiento afecta la percepción de la sexualidad es causal de situaciones incómodas como disfunción eréctil, eyaculación retardada o incapacidad para alcanzar el orgasmo.

El orgasmo fingido, ya sea de hombres o mujeres, esconde una falta de comunicación y ternura bajo las sábanas. Lo mejor en estos casos es mejorar el habla y desprenderse de los temas que puedan ser incómodos, admitiendo en voz alta lo qué nos limita o cuáles son los apetitos reales de uno en lugar de asociar nuestras deficiencias a la pareja.