De Íñigo Errejón a Sean “Diddy” Combs: ¿Qué es el Complejo de Dios?

Un complejo psicológico relaciona los casos del rapero estadounidense y el político español. ¿De qué se trata?

Por:

Nicolas Esteban Lafferriere

Los casos de acoso sexual que envuelven a Íñigo Errejón (40) han recibido varias comparaciones con la oleada de demandas por crímenes sexuales que enfrenta Sean “Diddy” Combs (54). Los dos hombres se encuentran atrapados en condenas sociales por utilizar su poder para extorsionar a víctimas de acoso. ¿Cómo se relacionan sus respectivos casos?

El complejo de Dios

En el ámbito psicológico, los hechos que envuelven a Íñigo Errejón y Sean Combs son explicados bajo un concepto muy específico. El llamado “complejo de Dios” señala a aquellas personas de personalidad ególatra, pretenciosa, altiva, arrogante y orgullosa, cuyo carácter interno les permite creerse superiores a todo lo que los rodea.

La psicóloga Miryam Gomez Obregon señala que esta clase de personas ”mantienen una firme convicción de que su visión del mundo es suficiente para resolver problemas complejos que van más allá de sus recursos y capacidades reales de resolución”, algo que caracterizó a Diddy y Errejón a lo largo del accionar descrito en las demandas.

De acuerdo a la profesional, las personas bajo este complejo muestran una tendencia a la nula empatía. “Muchos tienen una incapacidad para amar, que incluso pueden enmascarar bajo buenas obras”, explica Obregon. “Pero en realidad tratan de llegar a sus propios objetivos que casi siempre resultan egoístas”.

El poder como herramienta de extorsión

La justificación del actuar de las personas con complejo de Dios siempre es la misma: el poder. Su posición de “superioridad” sobre cualquier otro ser humano y su supuesta inmunidad por su papel en la sociedad se convierten en detonantes para diversos comportamientos ilícitos que tienen como finalidad el llevar al exterior los pensamientos que refleja su “mundo mental”.

De acuerdo a lo mencionado por Obregon, las personas con complejo de dios “pueden infringir los derechos humanos, actuar en oposición a las leyes de la sociedad y atentar contra toda clase de vida que consideren innecesaria sin piedad alguna”. Incluso son capaces de utilizar el abuso y la violencia sexual a su favor con el fin de cumplir con sus planes egosintónicos.

La política y la farándula se ven rebalsadas de ejemplos más allá de los antes mencionados Sean Combs e Íñigo Errejón. En algunos casos, incluso es difícil distinguir estos ejemplos dentro de una patología concreta. Como dijera el psicoanalista Otto F. Kernberg: “Es muy difícil rescatar las partes dependientes saludables del sí mismo, en su posición entrampada dentro de la estructura narcisista”.