Papa Francisco: ¿Cuántos hermanos tiene y cuantos viven hoy?

Jorge Bergoglio no pudo volver a ver a sus familiares directos desde que fue nombrado Sumo Pontífice.

Por:

Alexis Montiveros

Foto: OSCAR DEL POZO / AFP

La figura del papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano de la historia, ha estado rodeada de gestos de humildad, decisiones controversiales y vínculos profundos que marcaron su vida incluso hasta el final. Uno de esos lazos fue el que mantuvo con su familia, y en especial con su hermana menor, María Elena Bergoglio.

¿Quién era María Elena Bergoglio y qué relación tenía con el papa?

Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, fue el mayor de cinco hermanos. La menor de todos fue María Elena, la única que sobrevivía al momento del fallecimiento del pontífice, ocurrido a los 88 años. Entre ellos existía una diferencia de edad de 11 años, pero también una cercanía emocional que el tiempo y la distancia nunca lograron quebrar.

Aunque nunca volvieron a verse desde que él partió a Roma para el cónclave de 2013, que lo convertiría en líder de la Iglesia católica, ambos mantenían contacto frecuente. Según contó María Elena en una entrevista con el diario argentino La Nación, solían hablar una vez por semana y se escribían cartas con frecuencia. “Hasta hace poco él cocinaba cuando nos veíamos. Le encantaban los calamares rellenos y el risotto de hongos que aprendió de nuestra abuela italiana”, recordó con cariño su hermana.

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¿Por qué nunca volvieron a encontrarse?

    A pesar del vínculo afectivo que los unía, el reencuentro nunca se concretó. María Elena, separada y con dos hijos, comenzó a enfrentar un deterioro físico importante en los últimos años. Residía en una institución religiosa a las afueras de Buenos Aires, y los médicos le desaconsejaron viajar al Vaticano por motivos de salud. Las emociones podían afectarla, y el riesgo era alto.

Durante una audiencia privada en sus últimos días, el papa llegó a mencionar con tristeza que su hermana sufría por el alto costo de los medicamentos en Argentina. A pesar de ser una figura global, nunca dejó de preocuparse por la realidad de su familia.

¿Cómo lograron sentirse cerca a pesar de la distancia?

En 2019, un gesto simbólico logró unirlos de una forma inesperada. El artista Gustavo Massó, amigo personal del papa, le llevó una escultura con la forma de una mano femenina y un mensaje grabado que decía: “Mirá que me gustaría estar con vos y abrazarte. Creeme que estamos abrazados. A pesar de las distancias estamos muy abrazados”.

Esa mano era la de María Elena. Francisco no pudo contener la emoción al recibirla, la acarició como si realmente estuviera tocando a su hermana. Desde entonces, la escultura permaneció sobre su escritorio en el Vaticano, como una forma de tenerla cerca.

Aunque su decisión de no regresar a Argentina fue interpretada de diversas maneras —desde un gesto político hasta una estrategia institucional—, para su círculo más íntimo significó una renuncia personal muy profunda. La distancia con su hermana fue, quizá, el costo emocional más alto de su pontificado.

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