La previa del Cónclave: la intimidad del barrio de la Casa de Santa Marta donde se hospedan los cardenales

Así se vive en la zona del Vaticano en torno a la elección del próximo papa.

Por:

Alexis Montiveros

En los días que anteceden al cónclave vaticano, los cardenales electores se instalan en la Casa Santa Marta, una residencia ubicada dentro del Vaticano, a pocos metros de la Basílica de San Pedro. Este edificio, que habitualmente sirve como alojamiento para miembros del clero y visitantes ilustres, se convierte en un espacio clave para la preparación del proceso que determinará al próximo pontífice, tras la muerte del papa Francisco.

Durante esta etapa, la convivencia entre los purpurados, muchos de los cuales no se conocen personalmente, permite el intercambio de impresiones sobre el perfil que debería tener el futuro líder de la Iglesia Católica. Para facilitar el reconocimiento entre ellos, se ha implementado el uso de credenciales con nombres visibles, ya que un 80% de los electores fue designado por el propio Francisco, ampliando la representación a regiones tradicionalmente postergadas.

¿Cómo se organiza el alojamiento de los cardenales en el Vaticano?

Las habitaciones en Santa Marta se asignan por sorteo, una medida destinada a evitar favoritismos o reclamos. El edificio principal se complementa con el uso de “Santa Marta vieja”, una estructura contigua que ha sido habilitada para albergar a los 133 participantes del cónclave. Según testimonios recogidos por medios italianos, la convivencia no está exenta de anécdotas: un cardenal extranjero, al desconocer que los consumos del minibar eran pagos, invitó a varios colegas a su habitación, generando una factura considerable que provocó cierto malestar.

¿Dónde pasan su tiempo libre los cardenales fuera del recinto?

A pesar del ambiente solemne, el contexto permite momentos de distensión. Algunos cardenales frecuentan restaurantes y cafeterías del barrio, como La Rustichella o Marcantonio, conocidos entre el clero local. También son comunes las visitas a la heladería tradicional Latteria Giuliani, donde en una reciente ocasión dos cardenales fueron sorprendidos por fieles que se arrodillaron espontáneamente para pedir una bendición, generando una situación inesperada.

La experiencia de cardenales veteranos como Anselmo Guido Pecorari ha sido clave para advertir a los recién llegados sobre prácticas habituales en los comercios locales. Se recomienda, por ejemplo, evitar vestir la túnica cardenalicia para no ser reconocidos como tales, ya que algunos establecimientos elevan los precios, en especial en el caso del vino.

¿Qué actividades realizan los purpurados durante el tiempo de espera?

La jornada diaria incluye dos sesiones en las Congregaciones Generales en el Aula Pablo VI, así como celebraciones litúrgicas en la Basílica de San Pedro y visitas a iglesias cercanas. Entre estos compromisos, varios electores encuentran espacios para el esparcimiento. El cardenal español Santos Abril y Castelló, aficionado al tenis, ha sido visto jugando con colegas, aunque, según sus allegados, no duda en suspender el partido si no obtiene buenos resultados. Por su parte, el brasileño Jaime Spengler dedica tiempo libre a los juegos de cartas, una afición compartida con otros prelados latinoamericanos.

¿Cómo afecta la exposición mediática a los papables?

Con el inicio de lo que varios analistas describen como la campaña electoral vaticana, comenzaron a circular imágenes y vídeos inéditos de algunos de los posibles candidatos. Uno de los más comentados muestra al cardenal Luis Antonio Tagle interpretando “Imagine” de John Lennon, una canción cuya letra plantea un mundo sin religiones ni fronteras. Otro vídeo, registrado durante un encuentro juvenil en 2018 en Polonia, muestra a Tagle bailando con jóvenes durante una misa.

¿Qué clima predomina antes de las votaciones?

La atmósfera previa al ingreso en la Capilla Sixtina está marcada por una mezcla de solemnidad, expectativas y análisis discretos. Más allá de las conversaciones formales, los encuentros informales permiten a los cardenales evaluar el perfil de los papables y establecer vínculos que resultan decisivos a la hora de votar. Lejos del estruendo público, en el silencio compartido de los pasillos de Santa Marta, se perfilan los acuerdos que definirán el rumbo futuro de la Iglesia.