Qué es el ‘vamping’ y cómo evitar que tus hijos adolescentes lo practiquen

Aunque pueda parecer inofensivo, afecta seriamente la salud física, emocional y cognitiva de quienes lo practican.

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Por:

Alexis Montiveros

Qué es el ‘vamping’ y cómo evitar que tus hijos adolescentes lo practiquen
Adolescentes | Fuente: Pexels

Cada vez son más los adolescentes que, tras decir “buenas noches” y apagar la luz, en realidad se sumergen en el mundo digital bajo las sábanas. Este hábito, conocido como vamping, consiste en el uso prolongado y secreto de dispositivos electrónicos durante la noche. Aunque pueda parecer inofensivo, afecta seriamente la salud física, emocional y cognitiva de quienes lo practican.

¿Por qué el vamping es perjudicial para la salud adolescente?

En plena etapa de desarrollo, el cuerpo de los adolescentes necesita entre 9 y 10 horas de sueño diario. Sin embargo, el uso de pantallas antes de dormir inhibe la producción de melatonina, la hormona responsable del sueño, alterando el ciclo circadiano y reduciendo el descanso profundo. El resultado: sueño interrumpido, fatiga crónica, irritabilidad y bajo rendimiento académico.

Más del 60 % de los adolescentes duerme menos de ocho horas durante la semana escolar, una tendencia preocupante que impacta tanto en su capacidad de concentración como en su equilibrio emocional.

¿Qué es el FOMO y cómo alimenta el vamping?

Uno de los motores invisibles del vamping es el FOMO (Fear Of Missing Out), o miedo a quedarse fuera de lo que sucede en redes sociales. Para muchos adolescentes, la noche es el único momento en que sienten libertad total, lejos de obligaciones, normas o vigilancia. Ese rato sin interrupciones se convierte en su espacio de socialización digital, aunque sea a costa de su salud.

¿Qué consecuencias puede tener el vamping?

Los efectos no tardan en aparecer. Entre los más frecuentes se encuentran:

  • Fatiga diurna: dificultad para levantarse, concentración baja, somnolencia constante.
  • Cambios emocionales: irritabilidad, frustración y un estado de ánimo inestable.
  • Trastornos psicológicos: aumento del riesgo de ansiedad, depresión y dependencia digital.
  • Síntomas físicos: dolores de cabeza, alteraciones hormonales, bajada de defensas.

¿Cómo se puede evitar el vamping sin conflictos?

Aunque establecer límites es necesario, la clave está en el diálogo y el ejemplo, no en el castigo. Aquí algunos consejos prácticos:

1. Hablar con claridad y cercanía

Explicar que el sueño no es una obligación, sino un aliado, puede marcar la diferencia. Comparar el descanso con un “superpoder” que mejora el humor, la memoria y hasta el rendimiento deportivo ayuda a que el mensaje cale mejor.

2. Crear rutinas nocturnas compartidas

Implantar un “modo noche” en casa puede ser una estrategia eficaz. Una hora antes de dormir, proponer actividades tranquilas como leer, escuchar música relajante o simplemente conversar puede facilitar la desconexión de las pantallas.

3. Móviles fuera del dormitorio

Una norma sencilla pero poderosa: nada de móviles en la habitación por la noche. Cargar los dispositivos en otra estancia ayuda a eliminar la tentación del scroll nocturno.

4. Predicar con el ejemplo

Es difícil pedir lo que uno no cumple. Si los adultos consultan el móvil en la cama, será complicado convencer a los hijos de lo contrario. Cambiar este hábito en familia puede fortalecer la rutina.

5. Usar herramientas digitales con empatía

Las aplicaciones de control parental son útiles si se utilizan como complemento al diálogo. Lo ideal es pactar juntos los horarios y revisar periódicamente cómo se sienten al respecto.

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