Experta en psicología revela cómo detectar si tu hijo tiene altas capacidades

Identificar las altas capacidades a tiempo permite adaptar la educación y proteger el mundo emocional de niños que no solo piensan más, sino que también sienten y perciben con mayor intensidad.

Por:

Matías Torino

Cada vez más especialistas coinciden en que las altas capacidades (AACC) no se limitan al clásico alumno que saca buenas notas. Hoy se habla de un “potencial a desarrollar”, como explican desde el portal especializado Altas Capacidades y Talentos.

Ese potencial puede manifestarse en lo académico, lo creativo, lo emocional o incluso en el liderazgo. Detectarlo a tiempo es clave para brindar apoyo y evitar consecuencias como la frustración o el desinterés escolar.

Según el Manual de atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo de la Junta de Andalucía, no atender correctamente estas necesidades puede derivar en problemas de conducta, baja autoestima, falta de motivación o incluso fracaso escolar.

Para prevenirlo, es fundamental que docentes y familias sepan identificar ciertos comportamientos que suelen estar presentes en niños con AACC, incluso desde temprana edad.

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¿Qué rasgos pueden indicar altas capacidades en la infancia?

La psicóloga y pedagoga Ana Gloria Sánchez, directora de la Clínica Lazos, se dedica a visibilizar estos signos a través de sus redes sociales (@anagpsico).

En uno de sus videos, la especialista explica algunas características comunes en niños de siete años con altas capacidades, aclarando que “no tienen que cumplirse todos los rasgos, pero sí suele haber un perfil que se repite”.

Uno de los principales indicadores es la intensidad emocional. Son niños que viven sus emociones “a flor de piel” y tienen una empatía muy desarrollada, así como un fuerte sentido de la justicia.

Otro rasgo común es la memoria episódica avanzada, que les permite recordar con claridad sucesos ocurridos en su primera infancia.

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También destaca la capacidad verbal, suelen expresarse con un vocabulario muy amplio, estructuras gramaticales complejas y formas comunicativas más propias de un adulto que de un niño. Esto los convierte en pequeños con quienes se puede tener “conversaciones de igual a igual”.

Según Sánchez, otra señal a tener en cuenta es que los niños con AACC suelen tener intereses muy concretos que exploran en profundidad, alcanzando un alto nivel de conocimiento en esos temas. Además, cuentan con herramientas sociales avanzadas, aunque no siempre logran desplegarlas plenamente con sus pares.

Los niños con altas capacidades suelen ser también altamente sensibles, tanto emocional como físicamente, mostrando incomodidad ante ciertos estímulos.

La detección temprana y una evaluación adecuada son claves para adaptar su educación, proteger su bienestar emocional y acompañar su desarrollo integral.